El director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, general Orlando Páez Barón, dijo a periodistas, que se tomaron medidas para preservar el orden público en zonas consideradas de alto riesgo.
Admitió que en siete de los 32 departamentos de Colombia existe “preocupación” por las acciones que estaría planeando la guerrilla para alterar las elecciones, en especial en el Meta, su mayor bastión.
Informó que se trabaja de manera activa, para “neutralizar la pretensión de las FARC” de perturbar los comicios y “garantizarle a los colombianos un buen proceso democrático el 30 de mayo próximo”.
El fin de semana, el grupo rebelde atacó con explosivos cuatro torres de fluido eléctrico en Antioquia, lo que dejó sin el servicio a unas 50 mil personas en cinco poblados del noroccidente colombiano.
En esa misma zona, las FARC dieron muerte el lunes al comandante del Grupo Antiexplosivos de la Séptima División del Ejército, capitán Víctor Valencia, mientras patrullaba el sector con sus hombres.
Los insurgentes también interceptaron el domingo el autobús que movilizaba simpatizantes del candidato liberal, Rafael Pardo, en el departamento del Cauca, para trasladar a rebeldes que combatían con el Ejército.
Páez Barón insistió en que las autoridades tienen indicios serios, de que las FARC pretenden alterar las elecciones presidenciales, camuflando a guerrilleros como policías y soldados, para evitar ser descubiertos.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa anunció el despliegue de más de 350 mil efectivos para vigilar la jornada electoral, con el fin de evitar actos de violencia que puedan afectar su normal desarrollo.
Los colombianos irán a las urnas el 30 de mayo para elegir a su próximo presidente, pero si ningún candidato logra la mayoría absoluta, se hará una segunda vuelta electoral, el 20 de junio, entre los dos más votados.