Reservas de agua, estrategicas para la viabilidad hídrica del crecimiento urbano

Como parte de la gestión integral hídrica, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) fomenta que se reserve agua subterránea en los acuíferos de las ciudades más pobladas, para garantizar la disponibilidad hídrica a las próximas generaciones y, con ello, dar viabilidad a su desarrollo social y económico, informó Felipe Arreguín Cortés, Subdirector General Técnico de la dependencia.

Al dictar la conferencia Retos del Agua Subterránea, como parte de la edición número nueve del Congreso Nacional de Aguas Subterráneas, que organiza el Colegio de Ingenieros Civiles de México, señaló que esa estrategia de las reservas de agua debe complementarse con la construcción de infraestructura de almacenamiento y distribución de aguas superficiales, lo cual permite reducir el aprovechamiento de los acuíferos sin afectar al abastecimiento para la población y los sectores económicos.

Esta medida, subrayó, se implementa en Querétaro —única ciudad que tiene reservas de agua suficientes para cien años—, donde se garantiza el abastecimiento con el agua proveniente de los escurrimientos y almacenada en presas.

Felipe Arreguín hizo énfasis en la urgencia de que se replique este esquema para fomentar la recuperación de los acuíferos, principalmente de los 101 que ya son sobreexplotados, y avanzar hacia la sustentabilidad hídrica nacional. Con ello, expresó, México tendrá más oportunidades de crecimiento, pues el agua es un elemento fundamental para desarrollar cualquier actividad.

Por último, refirió que los acuíferos son la única fuente permanente de agua en las regiones áridas y semiáridas —que ocupan alrededor de 50 por ciento del territorio nacional—; sustentan el riego de aproximadamente dos millones de hectáreas, lo que representa poco más de la tercera parte de la superficie irrigada en el país; suministran cerca de 75 por ciento del volumen de agua utilizado en las ciudades, donde se concentran alrededor de 65 millones de habitantes, satisfacen las demandas de agua de la gran mayoría de los desarrollos industriales, y abastecen a casi toda la población rural, calculada en poco más de 25 millones de habitantes.