Vuelta a clases presenciales de acuerdo con las condiciones que haya

A 17 meses del confinamiento y con un nuevo incremento en el número de contagios y personas fallecidas por el Covid-19, los prestadores del servicio público de educación en instituciones particulares, expresaron que el regreso a las aulas es una urgencia, pero debe hacerse de modo sistemático, paulatino, articulado, ordenado, con una estrategia integral de cuidados efectivos y una política adecuada a la curva epidemiológica, al contexto social y considerando los recursos de cada institución.

A nombre de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares A.C. (CNEP), su presidenta María de Jesús Zamarripa Guardado, dijo que la propuesta de su organización, articulada con las federaciones, es hacer viable el regreso y contar con opciones claras. “Pedimos también que haya una vigilancia a nivel nacional de los mandos medios y supervisores para que no hagan presión hacia los directores a favor o en contra de una u otra modalidad”, agregó.

Por su parte, María del Pilar Martínez Aragón, Presidenta de la Asociación Nacional de Escuelas Preparatorias Particulares Incorporadas a la SEP (ANEPPI), agregó que tras la reciente clasificación de la educación como actividad esencial, para el regreso a clases presenciales casi la totalidad de las Instituciones Particulares se reportan listas con las diferencias propias de cada entidad federativa en el País, al haber satisfecho la totalidad de las normas de bioseguridad establecidas y otras más que se han considerado convenientes. Además de lo necesario para la salud socioemocional de los estudiantes, buscando así salir de la crisis de aprendizaje.

Agregó que el retorno a las aulas debe ser voluntario y con total corresponsabilidad entre los padres, el personal educativo y el gobierno, cada uno en su ámbito de competencia porque tarde o temprano este día habría de llegar. “Ahora, lo importante es cómo afrontarlo para construir una nueva normalidad resiliente, donde el cuidado corresponsable de la salud es el eje fundamental para la recuperación del país”.

Martínez Aragón expresó que las instituciones particulares de educación han sido fuertemente golpeadas por el confinamiento decretado el 23 de marzo de 2020, provocado por la llegada de la pandemia a nuestro país, porque:

Debimos reinventarnos para ofrecer nuestro servicio de educación a los alumnos, en modalidades nunca antes exploradas por la gran mayoría, como son las clases en línea.

Tuvimos que realizar inversiones en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) para comprar servidores, hardware’s y software’s, computadoras y cámaras, con el propósito de cumplir con altas expectativas nuestra misión educativa.

Mantuvimos nuestro compromiso laboral con nuestros colaboradores para continuar ofreciendo una educación de calidad, sin demérito de la distancia.

Cumplimos con nuestras obligaciones del pago de rentas y todos los demás servicios inherentes a los planteles educativos, además de impuestos, pese estar desocupados e inactivos por largos 17 meses.

Sufrimos la deserción de 155,400 alumnos, quienes dejaron sus estudios sin concluir, tras la declaración del confinamiento porque en sus hogares carecieron de recursos para comprar laptops, computadores o teléfonos celulares para tomar las clases en línea o porque sus padres perdieron el empleo. (*) § Para el periodo 2020-2021, 243 mil alumnos que terminaron el ciclo anterior no se inscribieron en las particulares por falta de recursos, lo que suma 398 mil registros menos.

Además, del ciclo escolar 2019-2020 al 2020-2021, 302 mil alumnos cambiaron de la escuela particular a pública y 285 mil de la pública a la particular, para un déficit de 17 mil alumnos.

El periodo 2021-2022 no pinta mejor que los otros porque las condiciones económicas de los hogares se han deteriorado aún más por el prolongado cierre de actividades, pérdidas de empleo y otros factores adyacentes.

A pesar de este escenario incierto, dijo María del Pilar Martínez Aragón, las Escuelas Particulares se han preparado para recibir a niñas, niños, adolescentes y jóvenes para el ciclo que formalmente iniciará el próximo lunes 30 de agosto.

Para ello, se han realizado importantes inversiones en recursos tecnológicos, en la preparación de las instalaciones, la creación y ejecución de protocolos y capacitaciones para continuar dando el servicio educativo en modalidad Híbrida o Mixta. Asimismo, están comprometidos a impulsar y respetar los más estrictos protocolos de salud e higiene para evitar cualquier contagio en nuestra comunidad.

De igual forma, impulsarán la carta de corresponsabilidad para los padres, como una forma más de promover los cuidados entre los educandos y fomentarán, de acuerdo con la capacidad e infraestructura de las escuelas, la posibilidad de migrar de una modalidad presencial a híbrida o viceversa.

Finalmente, María de Jesús Zamarripa Guardado expresó que a nivel nacional existen al día de hoy diversas formas cómo están planeando el retorno a las aulas, de acuerdo con los gobiernos locales y la capacidad de infraestructura instalada. Así, por ejemplo, en Nayarit el retorno será presencia, pero también en línea para las familias que no están de acuerdo; en cambio, 3 municipios de 20, no autorizan clases presenciales o híbridas, por alto índice de contagios.

En Guerrero será Presencial para los municipios con pocos casos de COVID, mientras en las ciudades grandes donde hay mayoría de casos, la decisión será de los directivos y padres de familia. Algo parecido sucede en Jalisco y Durango. En Sonora y Querétaro se hará de forma escalonada mientras en Oaxaca, Tamaulipas e Hidalgo se realizarán virtuales por el semáforo que hoy está en rojo.

En Aguascalientes ya están tomando clases de forma presencial en media y superior y el 30 de agosto se unirá la educación básica, mientras que Chihuahua, Michoacán, Campeche, Baja California y Puebla iniciarán de forma híbrida y escalonada. Mientras en Guanajuato, Nuevo León, Chiapas, Morelos y Veracruz cada escuela junto con los padres decidirán.

(*) Fuente: Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020