Por eso resulta sorprendente saber que Argentina no ha presenciado la venta masiva de ningún teléfono, ninguna computadora o algún dispositivo de la marca Apple en los últimos 6 años. Sin embargo, esto cambiaría a partir de abril de este año, gracias a uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim.
La empresa de la manzana dejó de comercializar sus productos en 2011 cuando la administración kirchnerista puso graves trabas a las importaciones. Mientras que otras marcas como Samsung, Nokia, Motorola y LG decidieron abrir plantas de producción en el país sudamericano, Apple decidió abandonar por completo este mercado. Aunque el IPhone siguió vendiéndose en Argentina masivamente, a través del contrabando y el mercado negro, la empresa de tecnología no tuvo intenciones de volver hasta la intervención de Slim.
Después de 6 años de ausencia oficial, el dispositivo insignia de Apple regresará a tierras argentinas este próximo abril
América Móvil, el gigante de telecomunicaciones propiedad del magnate mexicano, llegó a un acuerdo con la empresa estadounidense para distribuir su más reciente smartphone en el país a través de Claro, una de las mayores empresas de servicios inalámbricos en toda Latinoamérica y subsidiaria de América Móvil. De acuerdo al director comercial de Claro Argentina, Fernando del Río, el IPhone 7 llegará como una exclusiva temporal a las vitrinas el próximo 7 de abril.
Sin embargo, este regreso no llega sin sus controversias. De acuerdo con la información disponible de las campañas de marketing, el IPhone 7 tendrá un precio aproximado de 30 mil pesos argentinos, que a un tipo de cambio actual hace que el dispositivo cueste casi el doble que en Estados Unidos y Japón. Así, el IPhone 7 argentino se convertiría en la segunda versión más cara del dispositivo en la región, sólo por debajo de Brasil.
A pesar del arreglo entre Apple y América Móvil, el precio del IPhone 7 se seguiría manteniendo alto porque las políticas impositivas a artículos tecnológicos de importación impuestos por Cristina Fernández de Kirchner, que alejaron a Apple en 2011, no se han levantado del todo. De acuerdo a información a la que My Press tuvo acceso, el alto precio del dispositivo es atribuible, al menos en un 70%, a las regulaciones arancelarias aún vigentes.