El incremento de julio ayuda a mitigar el mal dato de junio, cuando el gasto cayó un 0.1 por ciento y tuvo su primera disminución en casi dos años.
El gasto de los consumidores tiene un impacto sustancial en la economía de Estados Unidos, ya que supone casi el 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que sigue creciendo a un ritmo lento (un 1 por ciento en el segundo trimestre, según el último informe del Departamento de Comercio).
Entre abril y junio el gasto solamente creció un 0.4 por ciento, el peor dato trimestral desde hace más de un año y muy por debajo del 2.1 por ciento registrado entre enero y marzo.
En cuanto a los ingresos de los trabajadores, aumentaron en julio un 0.3 por ciento, frente al incremento de un 0.1 por ciento en junio.
Mientras, la tasa individual de ahorro bajó al 5 por ciento en julio desde el 5.5 por ciento de junio, cuando alcanzó el nivel más alto en lo que va de 2011.
Y el índice de precios en gastos de consumo, una de las tres medidas de la inflación en Estados Unidos y a la que le mucha presta atención la Reserva Federal, creció un 0.2 por ciento en julio, frente a una disminución del 0.2 por ciento en el mes anterior.