En un estudio publicado este martes, explicó que las preocupaciones entre inversionistas respecto de la violencia registrada en algunas zonas del país tampoco representa un factor que pudiera ahuyentar de manera significativa los flujos globales de capital.
“Hallamos que su efecto en la actividad económica ha sido limitado”, apuntó en referencia a la inseguridad el informe de Merrill Lynch, que indicó que las fluctuaciones en la producción de una región “parecen estar más relacionadas con las dinámicas de la demanda externa”.
El estudio aclaró que los efectos de la violencia en la economía se concentran en el sector de los servicios orientados al mercado nacional y no en la actividad industrial ni en la agricultura, donde el efecto de la inseguridad “es pequeño”, aunque existente.
Resaltó también que la inseguridad ha afectado el repunte de la inflación, que se ha visto limitada en aquellas regiones donde más violencia se ha registrado en los últimos meses, principalmente en el sector servicios.
El banco señaló que un aumento en la inseguridad podría causar eventualmente un efecto más significativo en la economía, “debido a una posposición en las inversiones y el consumo”, en especial si se multiplicaran eventos como el del 25 de agosto pasado en Monterrey, donde murieron 52 personas durante el ataque a un casino.