Datos de Banxico señalan que el 32 % del dinero recibido en México por concepto de remesas en 2021 proviene del trabajo femenino en los Estados Unidos, lo que demuestra que las mujeres son parte esencial del crecimiento de la economía del país gracias al dinero que llega anualmente a la nación azteca.
"A través de los años, en México y países de la región Centroamericana, hemos visto el efecto multiplicador de las remesas en las economías regionales. Estas remesas, enviadas o recibidas por mujeres confirman el rol fundamental de madres, esposas, hermanas e hijas en el desarrollo de sus respectivas comunidades. Esto nos ayuda a entender que, al hablar de las remesas, las mujeres juegan un papel protagónico", señaló Pablo Porro, director general de Western Union para México y Centroamérica.
Un estudio realizado por el Foro de Remesas de América Latina reveló que, gracias al avance de la actividad económica en Estados Unidos, en 2021 hubo una mejoría de empleos para inmigrantes mexicanos, donde más de 180,000 mujeres lograron integrarse en actividades de sectores como la construcción, alimentación, hotelería y limpieza.
Este estudió enfatizó que en el caso de la emigración mexicana el porcentaje de mujeres que dejan su país es cada vez mayor y emigran principalmente a Estados Unidos, siendo hoy más de 6 millones de mujeres aztecas las que están viviendo, trabajando y estudiando en el país norteamericano, buscando mejorar su calidad de vida y situación económica y de sus familias.
Las remesas como herramienta de empoderamiento económico
La población mexicana que trabaja y envía remesas al país lo hace principalmente para mantener a sus hijos y padres, estos últimos se encargan de recibir el dinero y cubrir los gastos del día a día como educación, salud, alimentación y un porcentaje muy justo para ahorro e inversión a mediano plazo, lo que permite que familias puedan invertir en negocios.
Gracias a esto, las remesas ayudan al empoderamiento de las mujeres y a la mejora de su calidad de vida al ofrecer nuevas oportunidades de crecimiento personal, profesional y económico, dándoles una mayor probabilidad de ser dueñas propias y empresarias. Según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2021, las mujeres son propietarias de poco más de un tercio (36.6 %) de los establecimientos micro, pequeños y medianos de manufacturas, comercio y servicios privados no financieros (MIPYMES). Las mujeres propietarias contratan más mujeres para trabajar (dos mujeres remuneradas por cada hombre) y 86.1 % de su personal permanece empleado durante todo el año.
En el caso de las trabajadoras independientes, ellas participan mayoritariamente en el sector terciario (81.2 %) en actividades de comercio, restaurantes y servicios diversos. Una de cada 10 trabajadoras independientes es empleadora. Así que el recibo de remesas facilita que más mujeres puedan autoemplearse y sacar adelante sus familias.
Un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que cerca de 9.5 millones de pesos al día es lo que generan tan solo las mujeres que realizan ventas por internet o por catálogo, convirtiéndolas en el principal sector de productos o servicios de manera digital y presencial en el país.
"En ciertas entidades del país donde las remesas son esenciales, la llamada economía neni, que se refiere a las microemprendedoras que comercian a través de redes sociales, crece de forma acelerada y las mujeres pueden ejercer el autoempleo de mejor manera. Esto puede traer consecuencias favorables para la familia y el futuro de las mismas, pues al existir una fuente de ingreso más estable, los hijos pueden continuar estudiando y fomentar empleo a familiares y amigos", concluyó Pablo Porro.