Michiko, de 87 años, ha acudido hoy a un centro hospitalario para someterse a un examen más exhaustivo y conocer el estado del coágulo, que se le detectó por primera vez la semana pasada.
De momento la emperatriz emérita no se encuentra bajo ningún tratamiento específico y está bebiendo mucha agua y haciendo ejercicio, lo que incluye pasear por las mañanas y las tardes, añadió la agencia.
Por el momento, Michiko se encuentra "bien y tranquila" en la residencia imperial de Akasaka, en Tokio, y consciente de que hay que estudiar el coágulo y vigilar su evolución.
La TVP no necesariamente provoca síntomas o malestar (aunque puede deparar hinchazón e incomodidad en la zona afectada) y se puede tratar con medicamentos y medias de compresión.
En los casos más graves es necesaria cirugía para extirparlo, ya que el principal problema potencial del TVP es la posibilidad de que parte del coágulo acabe viajando por el torrente sanguíneo y provocando una embolia pulmonar.