Reconocen Legionarios de Cristo abusos de Maciel

Los Legionarios de Cristo reconocieron hoy por primera vez que su fundador, Marcial Maciel, cometió abusos sexuales contra menores de edad y pidieron perdón a las víctimas por haber ignorado sus acusaciones.

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Marcial Maciel.

La congregación de origen mexicano emitió un extenso comunicado en el cual sus superiores pronunciaron un 'mea culpa' por las 'acciones reprobables' de Maciel, y se disculparon con 'todos aquellos que han sido afectados, heridos o escandalizados'.

El texto, de cuatro páginas, fue difundido al mediodía de este viernes en Roma, y en él los legionarios "abjuraron" de su fundador al afirmar que, por todas sus 'graves faltas', no puede ser considerado como modelo de vida cristiana o sacerdotal.

El documento explicó que se creyeron 'falsos e infundados' los señalamientos contra Maciel cuando salieron a las luz en 1997, y que sólo se tuvo conciencia de sus culpas hasta el mes de mayo de 2006, cuando El Vaticano lo sancionó.

En aquel entonces, apuntó, la Congregación para la Doctrina de la Fe "llegó a una certeza moral suficiente para imponer sanciones canónicas graves, correspondientes a las acusaciones entre las cuales se incluían actos de abuso sexual a seminaristas menores".

"Por lo tanto, con profunda pena debemos decir que estos hechos sucedieron", estableció el documento que rompió con la anterior postura legionaria de defender 'la inocencia' de su iniciador a toda costa.

El escrito está firmado por la cúpula de la congregación, encabezada por su director general Álvaro Corcuera, el vicario general Luis Garza, el secretario Evaristo Sada y los consejeros Francisco Mateos, Michael Ryan y Joseph Burtka.

Los legionarios dijeron además haber tomado conocimiento de la hija procreada por Maciel 'en el contexto de una relación prolongada y estable con una mujer', así como de otras dos personas, hermanos, que afirman ser hijos suyos, fruto de la relación con una segunda mujer.

Por ello declararon que reprueban 'éstos y todos los actos contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote en la vida de Maciel', afirmando que no corresponden a los valores de la Legión de Cristo y del Movimiento Regnum Christi.

"Nos ha llevado tiempo asimilar estos hechos de su vida. Para muchos -sobre todo para las víctimas- este tiempo ha sido demasiado largo y doloroso", indicaron.

'En ocasiones no hemos podido o sabido salir al paso de todos como hubiera sido necesario y como, de hecho, era nuestro deseo', sostuvo la nota.

"Expresamos, una vez más, nuestro dolor y pesar a todas y cada una de las personas que hayan sido dañadas por las acciones de nuestro fundador. Participamos del sufrimiento que este escándalo ha causado a la Iglesia y nos aflige y apena profundamente", añadió.

Más adelante se pidió una disculpa pública a todos los acusadores a quienes no se escuchó y no se dio crédito en el pasado, cuando 'no se podían imaginar' los comportamientos inmorales del fundador.

"Si resultase que ha habido alguna colaboración culpable, actuaremos según los principios de la justicia y caridad cristianas responsabilizando de sus hechos a estas personas", ofrecieron.

El comunicado precisó que los miembros de la Legión sienten como un "deber" ayudar a las personas afectadas, a las cuales expresaron su 'solicitud' y les ofrecieron ayuda espiritual además de buscar contribuir a la 'necesaria reconciliación cristiana'.

Sobre la visita apostólica, una auditoría a todas las instituciones de la congregación que concluyó el 15 de marzo pasado, los superiores expresaron su deseo de acoger 'con obediencia filial' las indicaciones que dará el Papa y se comprometieron a concretarlas.

Antes de concluir el texto, los legionarios se dijeron dispuestos a cumplir un 'decálogo' en el cual incluyeron, entre otros puntos, el compromiso a 'seguir buscando la reconciliación y el encuentro con quienes han sufrido' y 'hacer la verdad sobre su historia'.

También "continuar ofreciendo seguridad, sobre todo para menores de edad, en nuestras instituciones y actividades tanto en ambientes como en procedimientos", "crecer en un espíritu de servicio desinteresado a la Iglesia y a las personas" y 'mejorar la comunicación'.

Agregaron la promesa mejorar su colaboración con los obispos e instituciones de la Iglesia, aplicar controles para un 'adecuado rendimiento de cuentas' y 'buscar la santidad de vida con renovado esfuerzo'.