En conferencia de prensa la cúpula empresarial de la industria automotriz nacional, representada por la AMIA, AMDA, ANPACT, INA y ANCA, urgieron acciones, sobre todo al poder Judicial, para detener la entrada de "basura" vehícular, proveniente de Estados Unidos, que está afectando la economía del país, además de generar graves problemas de seguridad y medio ambiente.
Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA); Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT); Guillermo Prieto, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA); David Plascencia, presidente honorario de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles y Camiones Nuevos y Usados (ANCA); y Oscar Albin, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dieron a conocer su preocupación sobre el problema de la internación de autos usados importados, así como el de la caída de ventas en el mercado interno.
Eduardo Solís expuso que, el mercado interno de vehíulos ligeros se encuentra absolutamente deprimido; tan sólo en febrero de este año se vendieron 79,938 unidades, lo que supone una caída del 0.3 por ciento con respecto al mismo mes del año precedente.
En el primer bimestre del 2014 se comercializaron 165,442 vehículos ligeros, es decir, apenas un 0.6 por ciento más que lo registrado en el mismo periodo del año anterior. Estos niveles de venta son inferiores a los de hace 13 años, es decir, más de una década perdida en el mercado interno.
Solís destacó la "enorme preocupación" del sector por lo que está pasando en el mercado interno que, dijo, se ve afectado por la internación desmedida de vehículos usados importados, pero también por la baja en la confianza del consumidor, que en enero y febrero de este año cayó más de 20 por ciento cada mes.
Así, en el primer bimestre de este año, el quinto componente del Índice de Confianza del Consumidor, el cual mide la posibilidad de compra de bienes durables, se sitúa en niveles similares al mismo periodo del 2009, en plena crisis económica mundial.
Así mismo, los amparos concedidos por dos jueces en Mexicali, están siendo rentados, siendo que más del 90 por ciento de los vehículos usados que entran al país, son a causa de esos dos amparos.
Eduardo Solís subrayó la importancia de que el ministro Juan Silva Meza, presidente dle Consejo de la Judicatura Federal, promueva el trámite respecto a las quejas administrativas que existen desde hace casi dos años en contra de jueces de Baja California, que han otorgado suspensiones provisionales.
Tan sólo en 2013 se importaron 644,209 unidades usadas, un 40.6 por ciento superior a los vehículos importados en el 2012, y representando el 60.6 por ciento del total de la venta de vehículos nuevos.
El escenario en el mercado de vehículos pesados no es muy diferente. Miguel Elizalde informó que en enero de este año, México importó 10 camiones chatarra por cada 9 nuevos vendidos, una cifra inédita. Entre otras variables, esta situación explica la caída de 22.3 por ciento en las ventas del primer bimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2013.
"Ningún país con una logística competitiva permite la importación de vehículos usados",señaló Elizalde, quien destacó que México se ha convertido en el país que más camiones usados importa a nivel mundial; solamente en 2013 se importaron 11,334 vehúclos pesados usados de Estados Unidos; por el contrario, el principal socio comercial de nuestro país en el mismo periodo importó solamente un vehículo pesado importado.
"Queda claro que el mercado interno de vehículos pesados no está a la altura del potencial de la planta productiva o del tamaño de la economía de México. De no cambiar la dinámica de importación de chatarra, seremos un país maquilador que sólo utilice los camiones producidos en México tras 17 años de uso en promedio en los Estados Unidos. De facto, nuestro país se está convirtiendo en el deshuesadero más grande del mundo", lamentó Elizalde.
Elizalde señaló que la situación es tan grave que incluso una fábrica de camiones ya tuvo que eliminar 500 empleos este año. La fábrica produce camiones Kenworth.
Por su parte, Guillermo Prieto, coincidió con que, la importación indiscriminada de más de 7 millones de vehículos desde finales del 2005, ha frenado dramáticamente el desarrollo del mercado automotriz nacional.
El representante de los distribuidores se dijo "realmente preocupado", puesto que la venta de vehículos ligeros en el primer bimestre creció 0.6 por ciento, cuando debería de haberse incrementado en un 5 o 6 por ciento, de acuerdo con los pronósticos.
"Llegó el momento de privilegiar el bien colectivo sobre los intereses mezquinos de muy pocos que han medradro vendiendo basura automotriz en México. Al paso de los años se ha demostrado que la importación de vehículos usados ha generado daños ambientales; perjudicando a la industria automotriz; incrementando el gasto público; contribuido a la inseguridad y generando caos vial", reclamó el representante de los distribuidores.
Oscar Albin, expusto que con un parque vehicular de 28 millones de vehículos, en el que de ellos, 7 millones son usados importados, se ha creado un peligroso fenómeno: el de la venta de autopartes usadas.
Dijo que se están vendiendo neumáticos usados de desecho, así como sistemas de freno, motores, transmisiones y sistemas de dirección; mercado cuyo valor, calculó el presidente de la INA, asciende a unos 500 millones de dólares.
Informó que esta venta de autopartes usadas se da, incluso, en las banquetas de las ciudades, donde ofrecen neumáticos y componentes usados, que van en detrimento de la seguridad.
David Plascencia, reafirmo la gravedad de la situación que vive el mercado automotriz, señaló que se han cerrado entre 100 y 150 agencias de autos seminuevos, tanto por la importación de usados importados como por la inseguridad y por la competencia desleal que representan los tianguis irregulares que hay en todo el país.
Los presidentes de las cinco asociaciones señalaron que continuarán trabajando con las autoridades en los cuatro pilares fundamentales para el desarrollo de la industria automotriz: reactivación del mercado interno, asegurar un entorno de negocios favorable para las inversiones del sector, ampliar el acceso a los mercados internacionales, y el desarrollo de ingeniería e investigación en nuestro país.
Por último, Eduardo Solís confió que el trabajo con las autoridades rinda frutos, porque existe el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto.