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Por Información Estratégica

El malestar ciudadano alcanza a los gobernadores

De acuerdo con datos de la más reciente encuesta realizada en vivienda por Parametría, la aprobación de gobierno de los mandatarios estatales se encuentra muy por debajo de lo registrado históricamente. Desde el año 2002 cuando inició la serie, no se habían registrado porcentajes tan bajos en el apoyo a la gestión de los gobernadores.

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Parametría es una empresa dedicada a la investigación estratégica de la opinión y análisis de resultados, herramienta fundamental para conocer la imagen de las instituciones o personas, la…

Estos datos coinciden con los bajos porcentajes de aprobación del presidente de la República y de otras instituciones, lo que indica que la ciudadanía mexicana se encuentra poco conforme con el desempeño de la clase política del país y expresa su rechazo al trabajo realizado. Ciudadanos más críticos, mayor sofisticación política, expectativas no cumplidas, así como escándalos políticos y de corrupción, son algunas de las variables que pueden explicar el panorama que se presenta.

De acuerdo con datos de la última encuesta nacional, el 58 por ciento de los entrevistados dijo desaprobar la forma en que el gobernador  de su estado realizaba su trabajo,mientras que 38 por ciento aprueba la gestión del actual gobernador de su entidad.

Como ya lo mencionamos, antes no se presentaban niveles tan altos de desaprobación de los gobernadores; al contrario, dichas figuras alcanzaban porcentajes de aprobación arriba del 70 por ciento. Es a partir de 2016 cuando vemos que las líneas se cruzan, y los porcentajes de desaprobación superan a la aprobación, alcanzando su punto más alto en junio del presente año.

Los casos de enriquecimiento ilícito en los que se ha involucrado a gobernadores salientes y en pleno ejercicio del mandato, las acusaciones de corrupción, el endeudamiento de las entidades, la inseguridad y las violaciones de derechos humanos en algunos estados, son posibles causas de estos cambios.

Es importante decir que la ciudadanía mexicana se muestra cada vez más crítica con los gobiernos y ha hecho uso del voto de castigo, gracias a las encuestas de salidarealizadas por Parametría, hemos corroborado que temas como la corrupción son cada vez más importantes para los electores, quienes se inclinan por opciones políticas diferentes a las que habían históricamente han gobernado en las entidades.  

Otro dato que da cuenta sobre la opinión crítica que tiene la ciudadanía de la situación actual, es que al preguntar cómo veían el rumbo del País, su estado y su municipio, la mayoría de entrevistados contestó que en todos los niveles, íbamos por el camino equivocado.

El 85 por ciento mencionó que el país no va por buen camino y sólo 14 por ciento dijo lo contrario. Además, el 76 por ciento opina lo mismo del rumbo de su estado y 70 por ciento coincide en que su municipio no va bien.  Es decir, se observa un desencanto generalizado en todos los ámbitos, tanto a nivel federal como local.

Si analizamos este dato en el tiempo, podemos ver que es consistente con el aumento en la desaprobación de los gobernadores, pues la brecha se amplía cada vez más al crecer el porcentaje de aquellos que opinan que el rumbo de su estado es el equivocado.

Ocho de cada diez entrevistados a nivel nacional (76 por ciento), dijo que su estado iba por el camino equivocado y sólo dos de cada diez (23 por ciento), menciona lo contrario. Si bien hay más datos registrados de manera anterior que afirman que su entidad no va por buen camino, la distancia nunca antes había sido tan grande como la que se presenta hoy en día.

Es importante que la clase política en el país emprenda acciones que permitan que la ciudadanía evalué de mejor manera el ejercicio de los cargos públicos, ya que de lo contrario, se enfrentará a una crisis de legitimidad que poco aporta para la consolidación democrática del país.

Los datos muestran  que el descontento de los mexicanos no se da sólo en un nivel de gobierno, sino que también en el ámbito local hay inconformidad con el ejercicio de los cargos públicos y con la forma en cómo se conduce el estado y los municipios.