Elena Poniatowska siente gratitud hacia sus entrevistados

La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska Amor (París, 1932), ganadora del Premio Cervantes de Literatura 2013, reconoció que todavía, algunas veces por las noches, recuerda y repasa sus más celebradas entrevistas.

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“Tuve una suerte inmensa al poder ir con Luis Buñuel al Palacio Negro de Lecumberri para visitar a nuestro amigo común Alvaro Mutis. Yo tenía un ‘Vochito’ y en él llegamos a esa cárcel. Nos llevaron a la Crujía ‘J’, que curiosamente era para los homosexuales”.

Ahí, recordó, muchos internos tenían sus retratos pegados en las paredes. Algunos estaban vestidos de mujer, con su novio y a uno, que no se quiso quitar el maquillaje, le tallaron la cara con un ladrillo; esos nos dolió a Luis Buñuel y a mí”, recordó la también activista.

De esas visitas a la prisión, Poniatowska obtuvo numerosas entrevistas con personajes del arte, la cultura y la política. “Por eso, como periodista, siento mucho agradecimiento por quienes me dieron entrevistas para escribir mis textos”, subrayó con sincera evocación.

Sobre la misma anécdota, recordó que el cineasta Luis Buñuel (1900-1983) recomendó a ese maltratado preso homosexual que mejor se dedicara a obedecer instrucciones para no sufrir agravios. “Haz fajina, le dijo al joven”.

La escritora sostuvo convencida que esas fueron experiencias únicas que no podría haber vivido si no fuera por su actividad periodística. “Esas vivencias las repaso en las noches antes de dormir y agradezco la suerte que tuve, menos con los políticos”, reconoció.

En ese contexto, Poniatowska señaló que en los últimos años, muchísimas mujeres han destacado en el quehacer periodístico de México y Latinoamérica. “Ya hay directoras de periódicos, hay una mayor certeza de su honradez y de su capacidad de entrega al oficio”.

Entrega, aseguró desde su experiencia y perspectiva, “que muchas veces no tienen los hombres”, pues las mujeres no van a la cantina a escribir su artículo, ni se tardan 18 horas en hacerlo, ni lo entregan casi a la hora del cierre de la edición, como los hombres.

Con esa idea masculina del reportero, imagen que acaso tuvo vigencia hace 30 o 40 años, aseguró que “tampoco damos el ‘maquinazo’, investigamos y tratamos de ir a la calle, porque estamos más dispuestas y no recogemos la información por teléfono, como ellos”.

En el mismo tono, vino a su cabeza la idea de “hacer una lista de las periodistas que han destacado, porque no debemos olvidar que las mujeres han sido las grandes olvidadas de la historia, como Rosario Castellanos, quien hizo editoriales periodísticos”, arengó Elena.

Reconoció, sin embargo, que en México y todo el continente “hay periodistas hombres extraordinarios, como es el caso de Martín Caparrós”, nacido en Buenos Aires en 1957 y a quien se debe la traducción de obras de Voltaire (1694-1778), William Shakespeare (1564-1616) y Miguel Angel de Quevedo (1859-1946), entre otros.

Sin perder la pasión por el tema, Poniatowska habló de su reciente entrega literaria, “Dos veces única”, sobre Lupe Marín (1895-1983), quien fuera esposa del pintor y muralista mexicano Diego Rivera (1886-1957), donde convirtió en novela una investigación que le llevó años.