El evento fue organizado por las diputadas María Candelaria Ochoa Avalos y Mirza Flores Gómez, de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano.
Al comentar su trabajo, Julia Tuñón, investigadora y académica experta en temas de género, explicó que desde el comienzo, en la plástica, se representó a la mujer de forma “ideal” y “manipulada”, es decir, exagerando sus cualidades maternas, reproductivas y sexuales.
La tendencia prevaleció durante siglos y propició que se le viera “como un cuerpo determinado y construido para un solo fin: tener hijos”, y que se le considerara como algo “abstracto y eternamente femenino, cortado por la misma tijera; algo que no tiene pasado, ni futuro, ni voluntad”, situación terriblemente subversiva para ellas, enfatizó la autora.
“Mujeres” expone y analiza desde esculturas prehispánicas y pinturas del siglo XIX, hasta fotografías. Tiene el objetivo de proporcionar a este sector poblacional su dimensión histórica e invitar al lector a “pensar las imágenes” de cada momento y situación que ellas han vivido.
La obra también hace gala de mexicanas que han luchado por su derecho a la inclusión política y social. Con este contraste, subrayó Tuñón, se podrá adquirir una conciencia crítica y ver a la mujer no como un objeto, sino como un sujeto construido por múltiples factores.
Ochoa Avalos, secretaria de la Comisión de Igualdad de Género, destacó que el libro abunda en representaciones de los estereotipos que “encierran” a la mujer e imponen modelos a los que “nos enfrentamos todos los días de forma esquizofrénica”, como los de la imagen, las labores y del lugar en la sociedad.
La diputada citó a Rosario Castellanos: “nos construimos para los hombres y los hombres para mirarnos, es un círculo vicioso que no logramos romper”. En este sentido, felicitó a Julia Tuñón por su obra, ya que permite identificar a mujeres “de carne y hueso”, las que “crean conflictos, tensiones, las que se convierten en sujetos sociales y abren espacios donde otros los cierran”.
Por su parte, la diputada Flores Gómez sostuvo que la sociedad siempre ha visto a la mujer como responsable del placer, sueños, atención y necesidades de otros; ellas, a su vez, han estado pendientes de cumplirlos.
Por tanto, recomendó la lectura de “Mujeres” ya que expone su lucha “pertinente, perspicaz y articulada a través de los siglos”, esfuerzo que también estuvo lleno de “sufrimiento y de desprestigio para aquellas que salieron del molde”.