La decisión, hecha pública hoy por la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC, en inglés) a través de su página web, se produce después de cuatro años de vistas y tras haberse retirado el pasado octubre los cargos contra ANZ y otros dos ejecutivos.
La acusación fue presentada precisamente por la ACCC y se refiere a la oferta de 80.8 millones de acciones con la que ANZ, que buscaba aumentar las reservas de capital, recaudó unos 2,500 millones de dólares australianos (1,891 millones de dólares o 1,617 millones de euros) en agosto de 2015.
Los cargos incluían presuntos acuerdos de cartel relacionados con la transacción de las acciones de ANZ en posesión de Deutsche Bank y Citigroup.
La ACCC afirmó “respetar” la decisión de la fiscalía, cuyas causas no han trascendido, y de la que “consideraremos qué lecciones se pueden extraer”, apuntó el presidente de la comisión, Rod Sims.
“Una conducta de cartel implica que los involucrados están actuando juntos en vez de competir de forma justa el uno con el otro. Consideramos que esa presunta conducta daña la competición y la economía australiana”, añadió.
La decisión da carpetazo a un proceso que podría haber supuesto el encarcelamiento de ejecutivos de algunos de los mayores bancos de inversión, pues estaban imputados los directivos de Citigroup John McLean, Itay Tuchman y Stephen Roberts; los de Deutsche Bank Michael Ormaechea y Michael Richardson; y Rick Moscati, de ANZ.
La Ley de la Competencia y el Consumidor prevé penas de 10 años de cárcel para individuos culpables de actuar como cartel y multas de 10 millones de dólares australianos (7.6 millones de dólares o 6.5 millones de euros) para las instituciones involucradas.