El gobernador del banco central, Agustín Carstens, informó que la estimación de crecimiento para 2013 es de 1.2 por ciento, pero se espera “un buen repunte” este año, a una tasa de entre 3.0 y 4.0 por ciento, pues se disiparán los factores que provocaron la desaceleración de la actividad económica el año pasado.
Al presentar el Informe Trimestral de inflación de octubre-diciembre de 2013, dijo que el impacto de las medidas fiscales aprobadas como parte de la reforma fiscal, llevará a que la inflación se ubique algunos meses por arriba del objetivo anual de 3.0 por ciento más/menos un punto porcentual, pero cerrará el año dentro de esa meta.
Se espera, dijo, que durante los primeros meses del año la inflación general rebase 4.0 por ciento, a partir del segundo trimestre disminuirá por debajo de ese nivel, y en el segundo semestre volvería a rebasar la meta, aunque al cierre de 2014 se ubicaría dentro del objetivo anual.
“Sí hemos tenido este shock en la inflación, es un shock que hay mucha evidencia que nos permite presumir que será transitorio, y que sobre todo el proceso de generación de precios no está fuera de control, pues las expectativas están bien ancladas”, subrayó.
El banquero central insistió que aunque la inflación general podría ubicarse en algunos meses por encima de 4 por ciento, se prevé que cierre el año dentro del intervalo de variabilidad de más o menos un punto porcentual alrededor del objetivo de 3 por ciento.
Explicó que esta previsión obedece al repunte que presentó la inflación general al cierre de 2013 y considera un impacto de las medidas fiscales de aproximadamente 40 puntos base sobre la inflación general anual durante todo 2014.
Carstens precisó que para 2015 se anticipa un ajuste importante a la baja de la inflación a partir de enero y que permanezca en niveles ligeramente por arriba de 3 por ciento el resto del año.
Por otra parte, resaltó que los mercados financieros mexicanos han estado “bien comportados” ante la reciente volatilidad internacional, la cual ha sido “manejable”, y las autoridades no han tenido que tomar ninguna acción extraordinaria para intervenir en el mercado cambiario.
Consideró que la economía mexicana está presentando una “recuperación incipiente, estamos en el proceso de tomar un mayor brío en el crecimiento económico”, por lo que se espera un buen repunte este año, apoyado por mejores perspectivas de crecimiento de Estados Unidos y un mayor gasto público e impulso fiscal.
Así, el Banxico mantuvo entre 3.0 y 4.0 por ciento su pronóstico de crecimiento para este año, desde el avance estimado de 1.2 por ciento en 2013, y mantuvo en un rango entre 3.2 y 4.2 por ciento su estimación de crecimiento para 2015.
Consideró que han sido “buenas” las reformas estructurales que se han aprobado en el último año en México, incluso ayudaron a que Moody’s elevará recientemente la calificación crediticia del país.
“Al fin del día, las reformas estructurales son muy importantes porque le van a permitir a la economía mexicana crecer a tasas más altas sin presiones inflacionarias, por eso mismo también hacemos votos de que la legislación secundaria que se va a procesar, avance a buen paso”, añadió Carstens.
Subrayó que una vez aprobada la legislación secundaria, es necesario que se implementen bien las reformas para que en unos años México pueda tener un crecimiento económico más acelerado, sin crear presiones inflacionarias.
Banxico también mantuvo sin cambio sus previsiones respecto al incremento en el número de trabajadores asegurados (permanentes y eventuales urbanos) en el IMSS en 2014 y 2015, de entre 620 mil y 720 mil trabajadores en cada año.