El libro blanco señala que China ha estado explorando “nuevos canales, dominios y modelos” para aprovechar las ventajas de la tecnología de Internet en las actividades judiciales, como los procesos judiciales, el cumplimiento de las sentencias y la administración judicial, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Asimismo, indica que China ha impulsado el uso de las últimas tecnologías como los macrodatos, la computación en la nube, la inteligencia artificial y la cadena de bloques para mejorar la calidad y eficiencia de las actividades judiciales.
Según el documento, los tribunales locales tienen autonomía para adaptar sus mecanismos judiciales a las características regionales y a las necesidades específicas de las disputas cibernéticas locales.
China también ha integrado sistemáticamente una amplia gama de información sobre casos y ha desarrollado modelos y plataformas para supervisar legalmente los procesos individuales y similares con ayuda del ‘big data’.
El libro blanco menciona los tribunales establecidos en Pekín, Cantón (sur) y Hangzhou (este) como ejemplos de nuevos modelos judiciales centrados en 11 tipos de disputas relacionadas con Internet.
La justicia china, que no opera de manera independiente de los poderes ejecutivo o legislativo, tiene una tasa de sentencia del acusado de en torno al 99 %, según los datos de 2013 del Anuario Legal de China.
Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) denuncian que la tortura sigue formando parte de la rutina policial para extraer confesiones forzosas en China, un país con un alto porcentaje de condenas y que cuenta con el cómputo de más ejecuciones en el mundo.