Con respecto al mismo trimestre de 2021, el PIB japonés aumentó un 1.6 %, cinco décimas por encima del informe preliminar, publicado a mediados de agosto.
El consumo doméstico, uno de los componentes de mayor peso en la economía nacional japonesa, se incrementó un 1.2 % interanual en el segundo trimestre del año, una décima por encima de lo reflejado en el informe previo, y fue uno de los principales factores que contribuyeron a la revisión al alza del PIB.
Esta revisión del consumo, que representa más de la mitad de la economía del país, llevó a una revisión también al alza, de cuatro décimas, de la demanda interna, hasta situarla en el 0.8 %.
También contribuyeron a un mayor avance de lo esperado de la economía japonesa en abril-junio, la revisión cuatro décimas al alza de la inversión de capital corporativo, hasta el 1.2 %; y la mejoría en una décima del aumento de la demanda pública, hasta el 0.7 %.
Aunque el Gobierno mantuvo inalterada su estimación sobre las exportaciones del país en el citado trimestre, que crecieron un 0.9 %, revisó a la baja la de las importaciones, que se incrementaron un 0.6 %, una décima menos de lo anteriormente referido.
En términos reales y con las estadísticas ajustadas a la inflación, los datos muestran tres trimestres consecutivos de avances para la tercera economía mundial, que se mantiene así en la senda del crecimiento tras el prolongado lastre de la pandemia de covid-19 y las dificultades generadas por la guerra de Ucrania.
Los datos reflejan además en parte el efecto positivo del amplio paquete de ayudas a empresas y particulares adoptado en abril por el Ejecutivo que lidera el primer ministro Fumio Kishida, destinado a sostener el gasto de los hogares y las actividades del sector privado frente al impacto de la inflación global.