La constructora Sacyr Vallehermoso y la petrolera Pemex han suscrito un convenio para terminar de forma "anticipada y de manera consensuada" con el acuerdo de accionistas que firmaron ambas compañías el 29 de agosto de 2011 para aumentar y sindicar sus participaciones en Repsol hasta el 29.8 por ciento.
El rompimiento de ese pacto se oficializa después de que la semana pasada Pemex y Repsol YPF llegaran a un acuerdo de mantener el capital de la mexicana en 10 por ciento de la firma española.
Según han informado hoy ambas empresas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras la resolución del pacto parasocial, tanto Sacyr como Pemex declaran que no tienen nada que reclamarse y renuncian a ejercer cualquier acción que les pudiera corresponder en virtud del acuerdo de accionistas.
El pacto se daba por terminado desde que Repsol compró el pasado 20 de diciembre la mitad de la participación que Sacyr tenía en la petrolera, el 10.01 por ciento, ya que una de las cláusulas fijaba que si uno de los socios reducía su participación en más de un 50 por ciento el contrato quedaba roto.
El pasado 20 diciembre, un día antes de que venciese el crédito sindicado por 4,900 millones de euros que la constructora tenía asociado a la compra del 20 por ciento de Repsol, la compañía que preside Antonio Brufau llegó a un acuerdo con Sacyr para comprar el 10.01 por ciento que controlaba por 2,572 millones de euros.
De este paquete accionarial, que fue destinado a autocartera, Repsol colocó a comienzos de enero un 5 por ciento entre inversores institucionales por 1,364 millones de euros, lo que le reportó una plusvalía de 78.4 millones.
Con la operación Sacyr cerró la refinanciamiento de su crédito aunque dejó de ser el principal accionista de Repsol, un puesto que ahora ostenta Caixabank, con el 12.86 por ciento de la petrolera.
No obstante, la constructora ha reiterado hoy de nuevo su compromiso con el interés social de la petrolera, tanto en su condición de accionista destacado como a través de su presencia en el Consejo de Administración, señala Sacyr en un comunicado.
Una vez roto de facto el pacto Sacyr-Pemex, el 25 de enero pasado Repsol y la mexicana cerraron un acuerdo de intenciones, de diez años de duración, para negociar una alianza estratégica que pasa por fijar la participación de la mexicana en un mínimo del 5 por ciento y un máximo del 10 por ciento.
El fallido acuerdo Sacyr-Pemex y los problemas para salvar la refinanciamiento del crédito con el que compró Repsol costaron a Luis del Rivero el puesto de presidente de la petrolera y la desaparición de la primera línea empresarial.
La nueva representación de Sacyr, encabezada por el nuevo presidente, Manuel Manrique, ha iniciado una relación con Repsol sin enfrentamientos.