Los analistas habían augurado para la unión monetaria europea, de 19 miembros, un aumento del producto interior bruto (PIB) del 0.5 por ciento. Aun así, el crecimiento económico fue mayor que el 0.3 por ciento registrado en el último trimestre de 2014.
El PIB de Alemania, la primera economía europea, creció un 0.3 por ciento, tres décimas menos de lo previsto. Francia, en cambio, registró un crecimiento del 0.6 por ciento, dos décimas por encima de lo esperado y el mayor aumento observado desde el segundo trimestre de 2013.
La tercera economía de Europa, Italia, se expandió un 0.3 por ciento, una décima por encima de lo esperado. Para Italia, el crecimiento registrado en el primer trimestre supuso el fin de una larga recesión, que comenzó a mediados de 2011. En el último trimestre de 2014, el PIB italiano se había estancado en el cero por ciento.
En comparación con el mismo período de 2014, el PIB de la eurozona aumentó en los tres primeros meses de este año en un 1.0 por ciento, por encima del 0.9 por ciento observado en el trimestre anterior.
En el conjunto de la UE, de 28 socios, el PIB creció un 0.4 por ciento respecto al último trimestre de 2014 y en un 1.4 por ciento en términos interanuales.
Europa está tardando más que otras grandes economías mundiales en recuperarse de la crisis finaniera mundial de 2008, pero en los últimos meses sus perspectivas de crecimiento han mejorado.
La Comisión Europea pronosticó la semana pasada un crecimiento del 1.5 por ciento para la eurozona en 2015, dos décimas más de lo calculado en las previsiones anteriores, y un 1.9 por ciento para 2016. Sin embargo, el grupo de investigación Capital Economics advirtió de que la crisis en Grecia puede afectar a la recuperación. (DPA)