“Cuando golpeó por primera vez la crisis financiera, los políticos estuvieron a la altura del reto al aumentar la cooperación internacional para evitar una segunda Gran Depresión”, recordó Gurría en un artículo publicado este día en The Wall Street Journal.
“Ahora, una gran recesión nos amenaza si no mostramos la misma determinación, tanto en casa como entre países”, expresó Gurría en su comentario.
El economista mexicano recomendó a los líderes del mundo, como primer paso, resolver el problema de las deudas, un tema pendiente para la mayoría de los países miembros de la OCDE, mediante una estrategia de consolidación creíble y articulada.
Destacó en ese sentido el acuerdo entre los mandatarios de Francia y Alemania para hacer que presupuestos balanceados sean un requisito legalmente obligatorio para los países de la zona del euro.
Tal medida, indicó, reduce la posibilidad de emplear el fondo de estabilidad creado el año pasado para respaldar a naciones que no pueden financiarse en el mercado.
Resaltó también que dadas las débiles perspectivas económicas, los bancos centrales deben posponer o dar marcha atrás a sus planes de restricción monetaria, como en el caso de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de mantener las tasas de interés excepcionalmente bajas por otros dos años.
“Dado que las arcas de los Estados están vacías en la mayoría de los casos, los gobiernos necesitan hacer cambios estructurales. Las reformas a los mercados laborales y de productos deben ser un objetivo primario en la estrategia de largo plazo de crecimiento sostenido. Esto creará empleos y ayudará a reducir la deuda”, indicó.
Recomendó a los gobiernos crear políticas sociales para ayudar a “los más vulnerables por las crisis”.
Entre esas políticas se encuentran beneficios de desempleo, programas de creación de puestos de trabajo y ayuda a los deudores hipotecarios, con objeto de dar esperanza y crear apoyos para las reformas estructurales.
“Las acciones de emergencia de corto plazo, que no son percibidas como parte de una estrategia de mediano plazo sólo ofrecerán alivios en lo inmediato. Los políticos pueden romper este círculo perverso, pero necesitan tomar la iniciativa, en vez de sólo reaccionar al compás de los mercados”, enfatizó.