Aseguró que en los últimos decenios, el perfil demográfico de las mexiquenses cambió considerablemente, y que actualmente la mayoría son adultas jóvenes; situación que refleja una importante modificación respecto a décadas anteriores, cuando predominaban las jóvenes.
Uno de los cambios más sobresalientes es la reducción de la fecundidad, la que pasó de un promedio de siete hijos por mujer en edad fértil, al comienzo de los años cincuenta, a dos hijos por cada una en los últimos años.
Destacó que por cada 100 mujeres, 28 son menores de 14 años; 63 tienen entre 15 y 59 años, y 8 son mayores de 60 años; la edad mediana de las mujeres es de 27 años y que existen 105 mujeres por cada 100 hombres.
Afirmó que hasta 2010, la población económicamente activa de la entidad ascendió a 6.1 millones de habitantes, de los cuales 4.6 millones eran hombres y 2.5 millones eran mujeres.
Patricia Chemor enfatizó que en el rubro económico cada día es mayor la participación de las mujeres, lo que contribuye al crecimiento económico familiar, de la entidad y del país.
“En 2010, de la población económicamente activa femenina, 1.98 millones de mujeres desempeñaban alguna actividad económica y sólo 70,000 se encontraban desocupadas”.
De acuerdo con las tasas específicas de participación económica, 73.67 por ciento eran hombres y 34.53 por ciento mujeres.
Finalmente, la secretaria técnica del Coespo, indicó que el aspecto sociodemográfico cambió notablemente, ya que en el año 2000, 529,812 mujeres eran jefas de un hogar; en 2005 la cantidad subió a 679,83, mientras que en 2010 el indicador ascendió a 847,910 mujeres como jefas de hogar, lo que significa que la proporción de hogares con jefatura femenina transitó 18.60, 20.99 y 22.98, por ciento, respectivamente, en los años señalados.