Ejecutan en EU a otro mexicano favorecido por fallo internacional

El mexicano Ramiro Hernández Llanas fue ejecutado ayer en el estado estadounidense de Texas, que desoyó una vez más los llamados internacionales para que cumpla el "fallo Avena" de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ordena la revisión del caso del fallecido y otros sentenciados.

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El mexicano Ramiro Hernández Llanas.

Hernández Llanas, de 44 años, falleció a las 18:28 (23:28 GMT) en la "cámara de la muerte" de la prisión de Huntsville, Texas, a causa de una inyección letal administrada después de que su defensa agotara todos los recursos legales para detener su ejecución, confirmó a la agencia dpa la oficina del Departamento de Justicia Criminal de Texas.

Autoridades carcelarias estadounidenses informaron que en sus palabras finales, Hernández Llanas se disculpó por sus actos y aseguró morir "feliz" tras haber podido ver una última vez a su familia.

"Miro a los ojos de mi familia y veo tristeza, no estén tristes, estoy feliz. Siento lo que hice", declaró y a la vez hizo un llamado a los jóvenes para que "por favor escuchen a sus padres" y también "vivan sus vidas al máximo, sólo se vive una vez".

El fallecido pudo despedirse este miércoles de parte de su familia (seis hermanos y su madre), que se había desplazado hasta Texas para acompañarlo en sus últimos días. Las horas finales Hernández Llanas las pasó junto a un capellán de la prisión.

La abogada de Hernández, Sheri Johnson, dijo a medios que con la ejecución se ha cometido una "grave injusticia" y no sólo se ha producido un acto de "discriminación racial" sino que Texas ha vuelto a ejecutar a una persona con retraso mental.

La deficiencia mental de Hernández fue el principal argumento con el que se trató de impedir su la ejecución.

El proceso para la ejecución comenzó pasadas las 18:00 (23:00 GMT), hora en que se agotó el plazo para que el gobernador de Texas, Rick Perry, pudiera detenerla en última instancia mediante una llamada a la prisión, gesto que, como se temía la defensa del condenado, no hizo.

De este modo, Texas vuelve a inclumplir los compromisos internacionales de Estados Unidos, ya que la ejecución del reo mexicano viola el pedido expreso de la CIJ.

Hernández era uno de los beneficiarios del "fallo Avena" de la CIJ, que ordenó en 2004 a Estados Unidos revisar los casos de 51 mexicanos condenados a muerte, al considerar probado que se violó su derecho a asistencia consular.

Así lo recordó nada más confirmarse la muerte de Hernández Llanas el gobierno mexicano, quien expresó su "más enérgica protesta" por la ejecución de su conciudadano.

"Se trata del cuarto mexicano ejecutado en franca violación al fallo de la Corte Internacional de Justicia dictado en el caso Avena hace más de diez años. Por tal motivo, el gobierno de México expresa su más enérgica protesta por el incumplimiento de dicho fallo por parte de Estados Unidos", dijo la Cancillería en un comunicado.

De su lado la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional calificó la ejecución de Hernández de "un acto cruel, atroz e ilegal".

"Lo que sucedió hoy no fue más que un asesinato, un asesinato fundado en prejuicios raciales. En la mayoría del mundo lo que sucedió hoy sería un crimen, pero las autoridades Texas han tenido el descaro de llamarle justicia", señaló el director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, Perseo Quiroz.

Hasta ahora Texas ha hecho caso omiso a todas las presiones internacionales y hasta nacionales al respecto al caso Avena, pese a que el gobierno federal en Washington ha advertido de que su actitud podría dañar a estadounidenses detenidos en el extranjero.

De hecho, ya en enero, México y organismos internacionales, al igual que el propio gobierno federal estadounidense, trataron infructuosamente de convencer a Texas para que no cumpliera la sentencia a muerte de otro de los beneficiarios del "fallo Avena", Edgar Tamayo Arias, quien fue finalmente ejecutado el 22 de enero después de que su defensa agotara todos los recursos.

También en el caso de Hernández Llanas, condenado a muerte en 2000 por el asesinato en Texas de su empleador y la violación de la esposa de la víctima, ocurridos tres años antes, los esfuerzos internacionales fueron infructuosos.

La víspera, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había hecho un último intento al instar al gobierno estadounidense a suspender la ejecución del mexicano, dado que éste había recibido medidas cautelares el 31 de marzo que instaban a detener la sentencia "hasta tanto tuviera la oportunidad de decidir sobre los reclamos de los peticionarios sobre las presuntas violaciones de la Declaración Americana" en el caso del defendido.

No hacer caso a este tipo de peticiones de un organismo internacional, especialmente con el agravante de irreversibilidad que supone una pena de muerte, "contraviene gravemente las obligaciones internacionales de ese Estado", había advertido la CIDH.

El gobierno mexicano anunció que prestará asistencia consular a los familiares de Hernández para trasladar sus restos de vuelta a su país. (DPA)