Huelga de hambre incluye la problemática indígena en la agenda política de Canadá

La líder de las protestas indígenas contra el Gobierno canadiense, Theresa Spence, abandonó la huelga de hambre que mantenía desde hace 44 días tras colocar las reivindicaciones de los aborígenes en la agenda política del país.

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En la imagen, el primer ministro canadiense, Stephen Harper.

Spence fue hospitalizada en la noche del miércoles, tras decidir abandonar su huelga de hambre, para verificar su estado de salud, y fue dada de alta en la tarde de hoy.

Tras su salida del hospital, la líder indígena se dirigió a sus seguidores, congregados en un hotel de Ottawa, y reclamó a la población aborigen del país, cifrada en más de 1 millón de personas, que permanezca unida frente a las autoridades canadienses.

"Es el momento de permanecer unidos sin importar lo que el Gobierno intente hacer para dividirnos", dijo Spence.

Spence también firmó una declaración junto con otros líderes indígenas que contiene las principales reivindicaciones del movimiento de protesta surgido en las últimas semanas, especialmente en lo referente al desarrollo económico y social de los aborígenes y el reconocimiento de sus derechos sobre territorios tradicionales.

La declaración, que consta de 13 puntos y que ha sido asumida por los dos principales partidos políticos de la oposición, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) y el Partido Liberal (PL), incluye la demanda de que el Gobernador General del país, David Johnston, se reúna con los líderes indígenas.

La declaración también señala la necesidad de responder a la grave crisis de vivienda que existe en las reservas indígenas, la demanda de compartir los ingresos de la explotación de recursos naturales y que los indígenas sean consultados en aquellos proyectos de ley que afectan sus derechos.

El último punto es la "completa implementación" de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, un texto que el Gobierno canadiense ha señalado que es "incompatible" con la constitución del país.

Spence, jefa de la tribu Attawapiskat, se convirtió en la cara de las protestas indígenas contra las políticas del Gobierno canadiense tras declararse en huelga de hambre el pasado 11 de diciembre para reclamar precisamente una reunión entre indígenas, el primer ministro de Canadá, el conservador Stephen Harper, y Johnston.

Johnston ejerce la función de Jefe de Estado de Canadá en representación de la reina Isabel II de Inglaterra, la monarca del país.

Para los indígenas, su presencia ha sido fundamental porque los tratados que rigen sus relaciones con el Estado canadiense fueron originalmente firmados por la corona británica.

Spence consiguió forzar que Harper se reuniera el 11 de diciembre con líderes indígenas para tratar la problemática aborigen.

Pero lo que es más importante, su protesta ha colocado en la portada de los medios de comunicación las deplorables condiciones de vida en la que permanecen los indígenas canadienses y sus reclamaciones políticas.

La población indígena canadiense, cifrada en más de 1 millón de personas, sufre las peores condiciones de vida del país, con los mayores índices de desempleo, pobreza, violencia doméstica, drogadicción, problemas sanitarios y encarcelamientos.

Spence también inspiró el movimiento juvenil indígena "Se acabó el hacer nada", que a través de Twitter y Facebook convocó decenas de protestas y cortes de carretera y ferrocarriles en todo el país.

Durante la crisis destacados líderes indígenas del país advirtieron que si las autoridades canadienses no atendían sus demandas iniciarían campañas de bloqueo de las principales arterias económicas del país para doblegar financieramente a Canadá.

Los Jefes de las Tribus de Ontario, la mayor provincia del país, advirtieron en una carta enviada en diciembre a la reina de Inglaterra que los indígenas estaban siendo empujados por las políticas del Gobierno canadiense "al vacío".

"Todavía está por ver si todo esto no conduce a una Primavera de Primeras Naciones similar a la reciente Primavera Árabe. Un movimiento transformador así está totalmente justificado en Canadá", dijeron.