La ONU afirma que no recibió testimonios del uso de armas químicas en Homs

Una misión de la ONU, integrada por los directores de sus principales agencias humanitarias, que estuvo en los últimos días en Siria y pudo llegar a los principales focos del conflicto no recibió ningún testimonio directo sobre el uso de armas químicas, biológicas o de gases tóxicos.

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Una niña refugiada siria observa la nieve desde su tienda de campaña en Deirzanoun, en el valle de Bekaa, en el este del Líbano.

"Cuando visitamos Homs -en cuyas afueras la oposición siria ha denunciado que el régimen de Bachar Al Asad utilizó en diciembre sustancias químicas contra los civiles- nadie mencionó esta cuestión", aseguró el director de Programas de Emergencia del UNICEF, Ted Chaiban.

Chaiban, quien participó en la misión de la ONU que concluyó el pasado martes y duró cuatro días, señaló que en sus encuentros con los habitantes de Homs recogieron testimonios sobre "los bombardeos, sobre la falta de agua y de servicios de saneamiento, pero no sobre ese tipo de armamento (químico)".

Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que sus representantes en la misión tampoco recibieron denuncias de esa naturaleza.

Esa misión fue la primera formada por responsables humanitarios de la ONU -directamente implicados en la coordinación de la ayuda de emergencia que se destina a Siria- que pudo visitar este país tras obtener autorización del gobierno.

La visita incluyó Damas, Dara y también fue la ocasión para que, por primera vez, un grupo de humanitarios de Naciones Unidas pudiera cruzar una línea de combate en el barrio de Talbise, en la periferia de Homs.

"Lo que vimos en Siria es un país cuya infraestructura ha sido sistemáticamente destruida, con familias de 25 miembros que viven en una habitación con mínimo cobijo y ropa a bajas temperaturas y donde conseguir alimentos, agua y medicinas es algo por lo que se tiene que luchar cada día más", comentó Chaiban.

Sostuvo que, por ejemplo, el acceso a agua potable está disminuyendo, que los sistemas de distribución en las zonas urbanas están hechos pedazos y la cantidad de agua accesible para los desplazados ha pasado de 75 litros por día y persona a 25 litros.

"Muchas familias con las que conversamos están preocupadas por la educación porque quieren ver un futuro para sus hijos", agregó el representante del UNICEF.

Sin embargo, el acceso a la educación está gravemente limitado por cuanto "una de cada cuatro escuelas en Siria está dañada, destruida o es utilizada como refugio para los desplazados".

En total, 3,900 escuelas ya no están destinadas a impartir clases.

Durante su visita a Siria, los directores de la ONU se entrevistaron con representantes del gobierno y les pidieron mayores facilidades para el acceso humanitario a las víctimas del conflicto.

"Hubo extensas conversaciones con el gobierno sobre la manera de aumentar el acceso (a la población), pero no sólo en artículos de emergencia, sino también tener personal que pueda cruzar las líneas de combate", indicó Chaiban.

Asimismo, se les solicitó la simplificación de los trámites de visado para los trabajadores humanitarios y que se permitan más misiones al terreno, peticiones que en general tuvieron buena acogida, según el director del UNICEF.

Quedó pendiente una respuesta a la petición para que la ONU pueda abrir más oficinas en Siria, aparte de la que tiene en Damas.