Esta forma de especulación es un escándalo de graves consecuencias para la alimentación de los más pobres, dijo hoy el Sumo Pontífice argentino.
Los gobiernos deberían respaldar las inversiones de significativas consecuencias sociales y así atajar la "economía de la exclusión". Añadió que es urgentemente necesario que los mercados estén al servicio del bienestar común.
Ya en la misa matutina de hoy, el pontífice había arremetido contra las prácticas comerciales y destacó en ese sentido los errores de la Iglesia católica. "Se habla mucho de un prelado que se ha enriquecido mucho y ha desatendido sus obligaciones pastorales por el poder. Hay políticos, economistas y gente de la iglesia corruptos. Están por todas partes".
El papa afirmó que la corrupción de los poderosos la pagan finalmente los pobres y que el único camino para superar esos pecados es el servicio al prójimo. (DPA)