Las profesionales y activistas no sólo son objeto de ataques por parte de los talibanes, sino también de los señores de la guerra locales y funcionarios del gobierno, y víctima de amenazas, abusos sexuales y asesinatos.
"Las mujeres defensoras de los derechos humanos de todas las áreas han luchado valientemente para conseguir logros significativos en los últimos 14 años, y algunas de ellas incluso lo pagaron con sus vidas", señaló el secretario general de AI, Salil Shetty.
"Es indignante que las autoridades afganas las dejen libradas a su suerte con la situación más peligrosa que nunca", denunció, y también criticó a la comunidad internacional por "hacer muy poco para aliviar" el problema.
Los países occidentales gastaron miles de millones de dólares en la guerra contra los talibanes desde la destitución del régimen extremista en 2001. Ha habido avances significativos en los medios y los sectores de salud y educación, pero el avance ha sido limitado en otras áreas, como la protección de las mujeres y los derechos humanos o la lucha contra la corrupción.
El informe de Amnistía llega menos de tres semanas después de que una mujer fuese asesinada a golpes y quemada por una multitud a plena luz del día y frente a la policía tras ser acusada falsamente de quemar un Corán.
Farkhunda, de 27 años y graduada en Estudios Islámicos, fue linchada a las puertas de una mezquita por criticar a un clérigo local que vendía amuletos para la buena suerte. La mujer lo increpó porque en su opinión provocaba que las mujeres malgastaran sus escasos recursos en objetos esotéricos. Éste la acusó entonces y provocó su muerte. (DPA)