La iluminación fue apagada en edificios públicos, como el Puente de Londres, el Parlamento y la sede de gobierno Downing Street. Frente a la puerta con el número diez de Downing Street sólo había encendida una única vela.
Con esta acción, el Reino Unido evocó una cita que se hizo famosa y que pronunció el entonces ministro de Relaciones Exteriores Edward Grey en la víspera del ingreso británico a la guerra el 4 de agosto de 1914: "Las luces se están apagando ahora en toda Europa y ninguno de los que vive las verá de nuevo encendidas".
Reino Unido había impuesto al Reich alemán un ultimátum que venció el 4 de agosto a la medianoche de Berlín y a las 23:00 horas de Londres.
Mientras sonaban las campanas del Big Ben, el gabinete del primer ministro Herbert Henry Asquith decidió el ingreso del país a la guerra. (DPA)