La resolución, que había sido aprobada a fines de noviembre de forma unánime por un comité del órgano de la ONU, fue respaldada hoy por los 193 miembros de la Asamblea en Nueva York.
El texto, que no es vinculante sino una declaración de voluntad, cuestiona, entre otras cosas, el espionaje del tráfico de correos electrónicos en el exterior.
El documento fue redactado como reacción al escándalo por las revelaciones de espionaje de los servicios secretos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense. La resolución fue de todos modos suavizada a pedido de algunos países occidentales.
"Los mismos derechos que las personas tienen offline deben ser protegidos online, sobre todo el derecho a la privacidad", indica el texto.
