Así lo expresó durante un almuerzo que tuvo lugar en el Departamento de Estado junto a empresarios e inversores del continente, congregados por la Americas Society.
"Confío en que lograremos una declaración regional sobre migración en la próxima cumbre que beneficie a todos nuestros países, especialmente a la gente de la región", dijo Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense opinó que la crisis migratoria en el continente "no se puede abordar con soluciones a corto plazo" y reivindicó que el asunto deben atenderlo todas las "democracias" de la región.
Es por ello, señaló, que Estados Unidos, Colombia y Panamá están impulsando la convocatoria de reuniones ministeriales dentro de la cumbre para explorar maneras de "apoyar a las comunidades que albergan grandes poblaciones de migrantes", así como mejorar la "seguridad fronteriza" y luchar contra el crimen transacional.
Blinken subrayó la falta de oportunidades, la crisis climática y la inseguridad como principales impulsores de la migración, por lo que hizo un llamamiento a "trabajar juntos" para "crear las condiciones que faciliten el derecho (de las personas) a permanecer" en sus países.
El funcionario pidió a los países invitados a la cumbre que "eviten dividirse entre un bloque progresista y un bloque conservador", y les instó a que actúen como "democracias".
"Tenemos que demostrar que las democracias generan mejores resultados para la gente", dijo Blinken, quien criticó a los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los que no ha invitado a la cumbre.
El secretario de Estado dijo que dichos países tienen "Gobiernos represivos que ofrecen un falso dilema entre el respeto a los derechos y la mejora del bienestar".
La IX Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles (EE.UU.) del 6 al 10 de junio, será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994.