"La peor crisis humanitaria de nuestro tiempo debería desencadenar en realidad un gran apoyo global, pero en lugar de eso la ayuda es cada vez menor", dijo Guterres.
Ante la falta de perspectiva de solución política en el país, para los en torno a 3.9 millones de refugiados sirios en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto no parece haber opción de regresar a su país. Otros 4.8 millones de sirios están desplazados dentro de su propio país y más de 212,000 de ellos viven en zonas de combate asediadas.
Muchos refugiados viven en condiciones indignas, añadió Guterres. "Tras años en el exilio han agotado sus ahorros y cada vez más refugiados intentan sobrevivir mendigando, prostituyéndose o mediante el trabajo infantil".
Miles de sirios intentan, ante esta situación de emergencia, huir a Europa, muchos de ellos utilizando peligrosas rutas por tierra y mar en las que arriesgan sus vidas.
Un grupo de 21 organizaciones humanitarias acusó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU de un fracaso total en Siria, en el informe "Failing Syria". (DPA)