Crecen las críticas contra Kishida por el aumento del gasto en Defensa

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, afronta críticas crecientes desde dentro y fuera de su partido debido al aumento del gasto en Defensa que el Gobierno prevé emprender para los próximos años, sin que por ahora está claro cómo se costeará.

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Imagen de Archivo del primer ministro japonés, Fumio Kishida. EFE/EPA/NARONG SANGNAK

Figuras de peso en el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) vienen expresando en las últimas horas un rechazo inusual a los planes de Kishida, quien atraviesa así un momento complicado dentro de su propio partido además de una baja popularidad entre los nipones.

El motivo es la confusión sobre cómo se va a financiar el incremento del presupuesto para Defensa entre 2023 y 2027 hasta los 43 billones de yenes (unos 296.300 millones de euros), lo que supone un incremento del 50 % frente al lustro anterior y lo equipara al 2 % del PIB nacional, el mismo nivel de gasto de los países miembros de la OTAN.

En los últimos días se han filtrado a la prensa diversas ideas del Gobierno -en ocasiones contradictorias entre ellas- para costear este aumento, como subidas de los impuestos corporativos y del impuesto al tabaco, recortes de otras partidas o emisión de nuevos bonos de deuda.

Para justificar el aumento del gasto en Defensa en medio de un entorno de seguridad cada vez más hostil, Kishida apeló a la responsabilidad "de todos los ciudadanos" para "ser conscientes de la necesidad de proteger sus propias vidas y las de su país", en una reunión este martes de políticos de la coalición gobernante.

"Espero que todos tengamos esto en mente a la hora de profundizar en el debate", dijo Kishida sobre las conversaciones presupuestarias, para las que llamó a "considerar qué vías de financiación son las más responsables".

"Es responsabilidad de la gente que vive en esta era el asumir esta pesada carga y responder", añadió Kishida.

El ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, afirmó hoy que cualquier subida impositiva debe abordarse con cautela para evitar un impacto negativo en las inversiones empresariales y subidas salariales, en el contexto de debilidad económica por la pandemia y la inflación global.

Una de las voces más críticas contra Kishida ha sido la de la ministra de Seguridad Económica, Sanae Takaichi, quien afirmó "no entender" los motivos del primer ministro a la hora de proponer más presión fiscal "en un momento que se podría dañar a la economía".

Takaichi llamó a abordar el debate a medio plazo y ante el revuelo ocasionado por sus críticas a Kishida, defendió su postura y dijo que "no habría nada que hacer" en caso de que el primer ministro decidiera cesarla, en una rueda de prensa ofrecida este martes.

Estas y otras figuras del PLD han mostrado la divergencia de posturas entre las diversas facciones dentro del partido gobernante, y en particular del grupo de partidarios del exprimer ministro japonés Shinzo Abe.

Desde la oposición, destacan las críticas del secretario general del Partido Comunista de Japón, quien afirmó que el aumento del gasto militar "es un camino que destruye la economía y las vidas de la gente", y lo tachó de "claramente inconstitucional" e "inaceptable".

La coalición formada por el PLD de Kishida y por el partido budista Komeito tiene previsto acordar una reforma fiscal hacia finales de semana, al mismo tiempo que se espera la aprobación de las nuevas directrices nacionales de Defensa con el citado incremento del gasto militar.