La ONU alerta de que la hambruna en Yemen puede frustrar los pasos hacia la paz

Representantes de Naciones Unidas recordaron este jueves a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que si Yemen sigue sufriendo una hambruna histórica los progresos hacia una posible paz quedarán frustrados y urgieron a facilitar la distribución de alimentos, agua y medicinas a toda la población.

El enviado especial para Yemen, Martin Griffiths, alertó hoy de que la situación humanitaria en Yemen "está empeorando" a lo que se suman la reciente ofensiva hutí contra la ciudad de Marib, al este de la capital Saná.

"Las partes deben inmediatamente acordar un alto el fuego nacional y detener toda forma de violencia. Deben acordar medidas económicas y humanitarias para que al menos incluyan: libre flujo de combustible y otras materias primas a través de los puertos de Hudaydah", añadió Griffiths.

El enviado especial se mostró esperanzado por los pasos dados por la nueva administración estadounidense de Joe Biden para "reabrir un espacio de salida negociada".

La Casa Blanca ha anunciado que Estados Unidos dejará de definir como terroristas a los rebeldes hutíes, apoyados por Irán y formalmente llamados Ansar Alá, con lo que se podrán facilitar las operaciones humanitarias en el territorio controlado por ese grupo chiita.

El subsecretario de Naciones Unidas de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, aseguró que si la hambruna y la crisis humanitaria en Yemen, la más grave del planeta, persisten "nos arriesgamos a echar a perder los esfuerzos hacia la paz" y para alcanzar una solución negociada casi siete años de guerra civil.

El 80 % de la población del país depende de la ayuda humanitaria y 16 millones se enfrentan a la amenaza de la hambruna debido a la guerra, algo que afecta de manera especialmente grave a la infancia.

"Vamos a reactivar los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto en Yemen. Nuestro objetivo es un Yemen unido", señaló el representante estadounidense Richard Mills, quien celebró el apoyo a sus medidas para dejar de llamar a los rebeldes hutíes terroristas y dejar de apoyar a la coalición liderada por Arabia Saudí que ha intervenido en apoyo de sus aliados suníes en el país vecino.

Mills dijo que esos pasos no impedirán que EE.UU. apoye a su aliado regional en Riad y recordó que los hutíes no están actuando en favor de la paz como demuestra el ataque contra el recién formado gobierno yemení en diciembre y les urgió a apoyar los esfuerzos de la ONU hacia la paz.

La mayoría de países intervinientes coincidieron también en urgir a los hutíes a facilitar el acceso de Naciones Unidas para comenzar las operaciones para evitar que el petrolero abandonado frente a Yemen FSO Safer acabe provocando una crisis medioambiental en el Mar Rojo.

Rusia y China dieron la bienvenida al compromiso de Washington de excluir a los hutíes de la designación de terroristas y pidieron avances para poner fin a la crisis humanitaria y hacia un alto el fuego.

El embajador de Yemen Abdullah Ali Fadhel al Saadi criticó la ofensiva hutí en Marib, que aseguró se está realizando "en todos los frentes" con misiles, drones y armas convencionales, y pidió que el Consejo de Seguridad tome medidas para poner fin a la ofensiva "criminal" y "comportamiento terrorista" del grupo chiita y sus socios iraníes.