Lavrov dice que el fracaso en Afganistán muestra que no hay que inmiscuirse

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo en Viena que una de las lecciones que Estados Unidos y los países de la OTAN deben sacar de lo sucedido en Afganistán es que no hay que inmiscuirse en los asuntos de otros Estados ni imponer a la fuerza los cambios.

"No hay que inmiscuirse en cuestiones ajenas y no se debe utilizar la fuerza violando la Carta de Naciones Unidas", afirmó Lavrov en una rueda de prensa al explicar qué consecuencias debería sacar EE.UU de lo sucedido.

El jefe de la diplomacia rusa criticó las "aventuras" de Occidente, liderado por EE.UU., en sus intervenciones en Afganistán e Irak, aunque sin nombrar a este último país.

"¿Qué consecuencia puede sacar EE.UU.? No se puede dar lecciones ni cambiar por la fuerza la forma en la que cada país quiere vivir. Cada uno tiene que ocuparse de sus problemas", resumió Lavrov.

"Hemos visto intervenciones militares que no han llevado a ningún resultado positivo. A lo que ha llevado es a un florecimiento del terrorismo, a que la producción de drogas alcanzase cifras récords y a que Europa se haya inundado de inmigrantes ilegales", agregó.

Lavrov hizo esas declaraciones a la prensa acompañado de su homólogo austríaco, Alexander Schallenberg, en la que es la primera visita bilateral del jefe de la diplomacia rusa al país centroeuropeo desde 2009.

Lavrov y Schallenberg mostraron profundas diferencias sobre el encarcelamiento del líder opositor Alexéi Navalni y la anexión por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea en 2014.

Schallenberg demandó la liberación "incondicional" de Navalni y condenó la anexión de Crimea al tiempo que defendió la integridad territorial de Ucrania.

El ministro de Exteriores austríaco lamentó que las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Rusia pasen por un pésimo momento, aunque defendió mantener el diálogo dado que Moscú sigue siendo un importante vecino del bloque.