"En el contexto de Francia, que ha acometido una consolidación (fiscal) consistente de alrededor del 1 por ciento del PIB durante los últimos tres, cuatro años, es razonable que reciba dos años extra, hasta 2015, para rebajar su déficit al 3 por ciento", señaló Rehn en una conferencia sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria.
No obstante, recalcó, "al mismo tiempo y por la pérdida de competitividad de la industria manufacturera francesa y de la economía durante la última década, las reformas estructurales son igual de importantes, si no más" para Francia que el esfuerzo realizado en los ajustes, sostuvo.
En este sentido, dijo confiar en que el gobierno galo presente a la CE "un programa muy audaz y convincente de reformas estructurales" en el marco de su plan nacional de reformas.
"Es importante para Francia, para los franceses, que ese país pueda desarrollar su potencial de crecimiento para crear empleo e impulsar la actividad económica y también es inmensamente importante para toda la Unión Europea, porque Francia es un país clave de la eurozona", concluyó Rehn.