"Seré una líder durante 45 días, espero", dijo la antigua profesora de inglés y traductora convertida en política en una entrevista al portal bielorruso independiente TUT.by.
La exigencia de la oposición tras las elecciones del pasado 9 de agosto, que Lukashenko ganó con el 80,1 %, pero cuyo resultado es considerado fraudulento por Tijanóvskaya y sus seguidores, así como por Occidente, es la convocatoria de nuevos comicios, la liberación de todos los presos políticos y el fin de la represión policial.
La líder opositora explicó que primero habría negociaciones con el actual Gobierno y solo una vez haya acuerdos y los presos políticos sean liberados, entonces comenzaría el periodo de transición.
Su asesor para asuntos internacionales, Franak Viacorka, admitió que esos 45 días pueden alargarse y que es el "mínimo requerido antes de celebrar nuevas elecciones".
Cuatro meses después de las elecciones los bielorrusos siguen saliendo a la calle para exigir la renuncia de Lukashenko, quien ya ha dicho que no piensa marcharse pero sí ha afirmado que no estará al frente del país una vez se hayan adoptado las reformas constitucionales que ha propuesto para intentar calmar los ánimos.
La oposición mientras, ha elaborado su propio proyecto de reforma de la Constitución, un programa de asistencia económica para personas vulnerables, un plan de apoyo a las pymes y una propuesta para la celebración de nuevas elecciones, entre otros documentos.
Los dos primeros documentos serán publicados en los próximos días, indicó Tijanóvskaya.
Según otro asesor de la líder opositora, Alexandr Dobrovolski, en el proyecto de reforma de la Constitución, desarrollado sobre la base de la Carta Magna de 1994, el Gobierno tendrá que rendir cuentas ante el Parlamento y Bielorrusia será una república "parlamentaria-presidencial".
Tijanóvskaya, que vive en el exilio en Lituania, explicó que se está formando un "gabinete" con representantes para cada esfera de la actividad. Ya cuenta con asesores para la economía y la educación y se está ampliando ese grupo con más personas de confianza.
"En el periodo de transición necesito mi equipo, gente en la que pueda confiar y con autoridad en sus círculos profesionales; personas que quieren andar este camino conmigo", señaló.
Tijanóvskaya ha afirmado que no desmantelará los ministerios actuales, pero sí ha dejado claro que un tema de negociación complicado será el Ministerio del Interior, porque "todos los criminales del sistema tendrán que ser juzgados".
La oposición ha creado un "Registro Unificado de Crímenes" donde se recogen y documentan pruebas de los arrestos, las torturas y las palizas por parte de las fuerzas de seguridad.
Tijanóvskaya cuenta además con que necesitarán un mediador imparcial en las negociaciones con el régimen de Lukashenko, como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).