El especialista del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM planteó, sin embargo, que para conseguir los objetivos de estabilización fijados en las negociaciones internacionales se requerirá la “descarbonización” de la economía.
Durante la presentación del estudio "Causas y consecuencias económicas del cambio climático", expuso que eventos socioeconómicos de gran magnitud contribuyeron a ese fenómeno, como la expansión económica tras la Segunda Guerra Mundial, vinculada al incremento de a temperatura global desde mediados del siglo XX.
“También la disminución en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), derivados de las dos guerras mundiales y la Gran Depresión económica de los años veinte en Estados Unidos justifican de manera parcial la pausa en el incremento de temperatura entre los años cuarenta y setenta”, indicó.
Agregó que el decremento observado desde finales de los noventa es explicado, en gran parte, por los efectos del Protocolo de Montreal —cuyo objetivo fue reducir la presencia de clorofluorocarbonos (CFC) en el ambiente— y por modificaciones en la producción agrícola de Asia, lo que llevó a mermas notables en las emanaciones de metano.
Desde la perspectiva del investigador universitario, si se emprenden acciones de mitigación por la comunidad internacional se podrían ver beneficios en un plazo menor al esperado.