El "espíritu de París" se mantiene mientras los gobiernos trabajan para implementar emblemático acuerdo

Hoy concluyó la primera reunión de la ONU sobre cambio climático desde que los gobiernos adoptaron el histórico Acuerdo de París. La reunión se cerró con una serie de resultados positivos que reforzarán la pronta entrada en vigor del acuerdo así como una acción climática mundial más fuerte y duradera en el futuro.

Etiquetas: 

En la reunión, de casi dos semana, los países avanzaron para la implementación de una mayor acción climática y para establecer el “reglamento” del régimen climático global y garantizar así la equidad del tratado, la transparencia y el equilibrio entre las naciones.

Flujos de financiació

Mientras continúan los esfuerzos para aumentar los flujos financieros destinados a actuar frente al cambio climático —con el objetivo de alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales en 2020— dos de los principales instrumentos de financiación internacional, el Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) explicaron cómo están apoyando el Acuerdo de París.

El Fondo Verde para el Clima informó a los delegados de que su Junta Directiva ha establecido como objetivo financiar con 2.500 millones de dólares en 2016 programas y proyectos de adaptación y mitigación y animó a los países a presentar sus demandas de ayuda lo antes posible.

El FMAM anunció que ha puesto en marcha programas de trabajo para financiar también proyectos de mitigación y adaptación.

Actualmente, el FMAM tiene 450 millones de dólares disponibles para nuevos proyectos en mitigación, a los que se añaden 106 millones a programas ya en curso. Para adaptación, tiene disponibles unos 250 millones de dólares. Además, el FMAM ayudará al Gobierno de Marruecos a hacer de la COP22 una conferencia "verde".

Durante la conferencia tuvieron lugar varios eventos sobre cómo hacer posible un apoyo rápido y adecuado a los países para ejecutar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) e integrarlas en los planes económicos de cada nación. Además, los gobiernos comenzaron a explorar la forma de conectar la cooperación para desarrollar tecnologías respetuosas con el clima con las posibilidades de financiación del Fondo Verde para el Clima y el FMAM.

Ségolène Royal, Presidenta de la conferencia sobre cambio climático COP21 y ministra francesa de Medio Ambiente, Energía y Mar, alabó la “Espíritu de París” que estuvo presente durante las casi dos semanas de la reunión en Bonn.

“En París, países con diferentes niveles de desarrollo, de regiones distintas y a menudo con diferentes puntos en numerosos temas lograron una visión común. Ese trabajo y esa visión han continuado de manera positiva aquí en Bonn, con los países con la mirada puesta en el próximo evento importante en Marrakech en noviembre”, dijo.

La reunión sirvió para que los tres órganos técnicos, así como los órganos constituidos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) trabajaran en el desarrollo de normas para contabilizar los recursos financieros, sobre notificación y normas de transparencia y sobre cómo la ciencia debe informar de la implementación del acuerdo.

Los trabajos técnicos también versaron sobre cómo mejorar el fomento de la capacidad y la cooperación tecnológica, y sobre cómo hacer avanzar un marco creíble sobre las pérdidas y daños causados por el cambio climático.

El objetivo principal del Acuerdo de París es limitar un aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 grados centígrados con una preferencia por mantener ese aumento en el límite más seguros de 1,5 grados por encima de las temperaturas en la era preindustrial. Los datos científicos muestran que en este momento el calentamiento ya alcanza un grado por encima de la era preindustrial.

Así, para lograr los objetivos del acuerdo es necesario hacer que las emisiones globales toquen techo lo antes posible para a continuación, y de manera muy rápida, comenzar a reducirlas. Esto debe ir de la mano de un refuerzo significativo de la resiliencia social y económica frente al cambio climático.

La ciencia, en apoyo del acuerdo

Los países se pusieron al día de las discusiones relativas al papel de la ciencia en el proceso de implementación. En este contexto, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) acordó incluir el objetivo de temperatura de 1,5ºC en el próximo informe de evaluación sobre la ciencia del clima.

Además, el IPCC emitirá su informe en 2018 coincidiendo con el balance sobre el progreso colectivo hacia los objetivos del Acuerdo de París.

La reunión de mayo ha sentado unas bases sólidas para la próxima conferencia anual de la ONU sobre cambio climático que se celebrará en noviembre en Marrakech, Marruecos. En los próximos meses y para preparar su liderazgo político de las discusiones en la COP22, la presidencia entrante marroquí llevará a cabo varias consultas.

El Presidente entrante de la COP22, el Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Salaheddine Mezouar, dijo: “Tenemos el apoyo de todas las Partes de la COP22 para traducir en acciones nuestra solidaridad y esperanza, por el bien de nuestras generaciones futuras y del planeta. Y estamos convencidos de que el éxito de la COP22 reposará en la contribución activa de todos y cada uno de nosotros”.

En defensa de la acción climática global

De acuerdo con lo decidido en París, se ha designado a dos paladinas de alto nivel para hacer avanzar la Agenda global de acción por el clima por parte de los llamados “interesados que no son Partes”, que van desde las autoridades locales a empresas e inversores.

La reunión de Bonn sirvió para presentar además las paladinas a los delegado. Se trata de, que son la Sra. Hakima El Haite, Ministra Delegada de Medio Ambiente de Marruecos y la Sra. Laurence Tubiana, principal negociadora de Francia en el Acuerdo de París.

La Sra. El Haite dijo: “La solidaridad y la confianza generadas en París deben ser indicadores del éxito de Marrakech. La COP22 debe ser una COP de acción, a partir del trabajo realizado en Bonn. Es necesario reforzar las soluciones y las acciones tangibles, manteniendo el espíritu de París”.

Por su parte, la Sra. Tubiana añadió: “Llegó el momento de conectar completamente las acciones de los gobiernos, y en concreto los planes de acción determinados a nivel nacional con las iniciativas y las coaliciones de los actores no estatales. Traigamos la buena energía que hay en el exterior”.

Las paladinas impulsarán la agenda de acción con especial enfoque en África y en los países en desarrollo, y mediante reuniones importantes como la Cumbre de Multinacionales del Sur que tendrá lugar el 1 y 2 de septiembre de 2016, en Rabat, Marruecos.

Entrada en vigor

El acelerado ritmo de los trabajos en Bonn refleja la expectativa de que el acuerdo entre en vigor razonablemente pronto. Hasta ahora ya son 177 los firmantes del acuerdo y 17 los países que han depositado sus instrumentos de ratificación, el paso final para que un país se una formalmente al mismo. Probablemente, en la COP22, los países identificarán cómo integrar su trabajo en el “reglamento” ante la posibilidad de que el Acuerdo de París entre en vigor pronto.

El acuerdo entrará en vigor cuando 55 países que representen al menos el 55 por ciento de las emisiones globales hayan depositado sus instrumentos de ratificación.

Impulsando la ambición para antes de 2020

Los órganos técnicos de la Convención están desarrollando las herramientas y mecanismos para la aplicación del Acuerdo de París impulsando la acción climática para antes del año 2020, para que sea un trampolín y una base para una acción climática reforzada.

Entre estos trabajos están las reuniones de expertos técnicos que permiten a los delegados, expertos, empresas, inversores y otras partes interesadas identificar maneras probadas e innovadoras de impulsar tanto la adaptación al cambio climático como la reducción de emisiones antes de 2020 mediante por ejemplo la fijación de precios al carbono o impulsando las soluciones de transporte sostenibles incluidos los vehículos con combustibles alternativos.

La reunión de Bonn sirvió además para que como lo hicieran los países desarrollados, los países en desarrollo intercambiaran impresiones sobre acciones de mitigación y adaptación con el fin de concentrarse en una acción climática reforzada.

La reunión también sirvió para mostrar las acciones que se están llevando a cabo en la sociedad para favorecer una acción climática más rápida antes de 2020. Así, hubo eventos sobre el fomento de la capacidad, sobre buenas prácticas para la sensibilización del público y acceso a información medioambiental en el marco de la iniciativa de Acción para el Empoderamiento Climático (ACE, por sus siglas en inglés).

Otro de los eventos importante de la reunión fue un taller sobre género, que destacó que las mujeres deben poder jugar un papel central para impulsar las respuestas nacionales y comunitarias al cambio climático.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, dijo: “El Acuerdo de París es un modelo muy sofisticado para un mundo mejor y más seguro ante el clima. Cada pieza de la maquinaria tiene que funcionar de manera sincronizada pora hacer posible el extraordinario potencial que tiene este tratado, para lograr su diversos objetivos y sus contribuciones a un desarrollo sostenible”.

“Esta visión ha estado muy presente aquí en Bonn. De hecho nos encontramos en el emocionante momento de la implementación, con una mezcla de motivación positiva, la acción ya en marcha y el necesario trabajo técnico. La conferencia de Bonn ha enviado una señal muy positiva como la reunión de preparación de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático, la COP22, que se celebrará en Marrakech, Marruecos, a finales de año”, concluyó.