Lo anterior, a raíz de la postura que asumió la delegación mexicana que participó en el Examen de Alto Nivel del 57 Periodo de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la ONU que recientemente se llevó a cabo en Viena, Austria, donde se pronunció por impulsar estrategias de prevención integral activa, que busquen tanto la reducción del consumo como la prevención de daños para el tejido social, y que sean compatibles con la procuración de justicia; privilegiar el tratamiento por encima de la criminalización, y consolidar políticas orientadas a tratar el consumo de las drogas como un asunto de salud pública.
Al respecto, el diputado federal Fernando Belaunzarán y la diputada local Esthela Damián celebraron la apertura que respecto al tema de los estupefacientes expresaron los funcionarios del gobierno federal en Viena, aunque consideraron que es hora ya de pasar de las palabras a los hechos, “lo correcto entonces sería empezar a delinear políticas públicas y cambios jurídicos que respondan a un paradigma distinto en política de drogas”.
En el marco del debate para regular la cannabis, consideraron un avance que la delegación mexicana expresara que para el gobierno federal es prioritario consolidar un cambio de visión en el que la justicia, la inclusión y la prevención sean los elementos fundamentales para lograr que las comunidades y los ámbitos de convivencia pública sean verdaderos espacios de tranquilidad y de seguridad.
“Es un hecho apertura debe expresarse en políticas concretas, en cambios reales, constantes, ya que no se puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa en torno al grave problema que significa el tráfico de drogas”, apuntaron.
Lamentaron que a la fecha no se hayan visto cambios notorios en la política de drogas del país y que todo quede en el simple discurso, “lo que nosotros creemos en el PRD es que ya es hora de pasar a los hechos, nos declaramos dispuestos a construir acuerdos en esa dirección, tanto con el gobierno federal como con otras fuerzas políticas”.
Los legisladores perredistas indicaron que si algo ha quedado hasta ahora demostrado en el debate sobre la regulación de drogas, es la bancarrota en la que se encuentra el prohibicionismo, “los propios prohibicionistas se están dando cuenta de que no podemos seguir como estamos. El prohibicionismo hace agua y en lugar de mantenerlo vivo, debemos ir pensando en cómo enterrarlo para abrir paso a una política más efectiva de prevención de adicciones que tenga que ver más con la educación”.
Hicieron hincapié en que en la Declaración Ministerial Conjunta de la 57 Sesión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, se reconoce que la lucha contra las drogas no ha producido resultados significativos y sostenibles.
Finalmente, reconocieron el compromiso del gobierno mexicano para propiciar un debate crítico y constructivo de cara a la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU a celebrarse en Nueva York en 2016, que versará específicamente sobre el problema mundial de las drogas, en aras de que se evalúen con objetividad nuevos enfoques y tratamientos del problema, proyectando los escenarios más convenientes y que resulten viables para la realidad de cada Estado.