Concluye PRI plenaria con operación cicatriz en Acapulco

En este puerto, los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) afinaron su agenda legislativa en un ambiente festivo, bromista, curándose las heridas y muy optimistas para el trabajo en la Cámara y las elecciones en puerta.

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Dip. Francisco José Rojas Gutiérrez con la Dip. Beatríz Elena Paredes Rangel y el Dip. Jorge Carlos Ramírez Marín.

Con las aguas del Pacífico a sus espaldas, blindados, y el Sol quemante en sus rostros, los más de 200 diputados federales del partido tricolor concluyeron su reunión plenaria.

La foto oficial fue el epílogo de dos días de trabajo en este puerto azotado por la violencia y los ajustes de cuentas del crimen organizado.

Los legisladores estuvieron prácticamente “blindados” en un hotel de la llamada “Zona Diamante” por elementos de la Policía Federal.

Ni el llamado del candidato de la coalición “Tiempos mejores para Guerrero”, Manuel Añorve, tuvo eco en los priistas para que lo acompañaran en la recta final de su campaña, los legisladores mejor optaron por mantenerse seguros en el hotel Resort.

Al grito y exigencia de “bono, bono, bono” para su coordinador Francisco Rojas y otros más del ámbito futbolístico como “ulero, ulero, ulero”, los legisladores bromeaban el retraso de algunos de sus correligionarios para la fotografía oficial.

Ahí estaban enfundados, la mayoría en guayaberas, pantalones de lino y zapatos playeros en los jardines del hotel, aunque desesperados por la tardanza de los reporteros gráficos para captar la imagen festiva.

“Guerrero, Guerrero, Guerrero” entonaron algunos, y de pronto alguien se acordó del candidato de la coalición PRI, PVEM y Nueva Alianza y soltaron un grito, tenue, lejos de los templetes de campaña: “Añorve, Añorve, Añorve”.

Luego de la foto, la operación cicatriz. El ex líder de la CNC, Cruz López, quien en diciembre pasado ofendió públicamente y confrontó a su coordinador, Francisco Rojas, por el tema del presupuesto para el campo, ya a nivel del mar, relajados, dialogaron amenamente por varios minutos previo a la clausura.

A su vez, la presidenta saliente del PRI, Beatriz Paredes, se reunió en privado con operadores de la campaña de Manuel Añorve Baños y con el virtual nuevo dirigente del partido tricolor, Humberto Moreira.

El próximo dirigente nacional del partido tricolor aderezaba la reunión con la promesa de que su partido “no arrebatará al estilo Jalisco” la elección dominical, en caso de que no le favorezcan los resultados en tierras guerrenses.

Moreira Valdés, el más solicitado por las diputadas federales para las fotografías de la clausura, no desaprovechó la oportunidad para la frase del refranero popular y hacer alusión a las críticas del gabinete presidencial: “a chillidos de marrano, oídos de matancero”.

Afuera del hotel Resort tres patrullas y una tanqueta artillada de la Policía Federal (PF) vigilaba la marcha de los legisladores del PRI y los escoltaban hasta el aeropuerto.

De ahí, los legisladores a emprender el vuelo a tierras seguras, fuera de “los caminos del sur”, azotados por la violencia, los ajustes de cuentas, los “levantones”, las ejecuciones y en puerta, una elección por la gubernatura.

Por Luis Carlos Rodríguez González.