El responsable del Taller de Musicoterapia de la UANL, Juan Francisco Gómez Villalobos, resaltó que desde 2010, la Facultad de Música trabaja en este programa, donde la persona se expresa mediante instrumentos rítmicos, que puede ser sin conocimiento previo.
“Su aplicación es muy amplia, ya que la utilizamos desde la infancia hasta la tercera edad. A través de ella se abre a la convivencia, la aceptación a sí mismo, y la empatía”, explicó.
Mencionó que algunos de los instrumentos que utilizan son de percusión, ocarinas y silbatos, buscando que a través de ellos las personas gocen y disfruten de un sonido y ritmo.
“La música es un elemento inherente al ser humano que facilita los canales de comunicación; es un medio idóneo para hacer sentir a la persona -ya sea niño, joven o adulto-, y realmente mejora su calidad de vida, que es uno de los objetivos”, destacó.
Gómez Villalobos expresó que la terapia musical no sólo es buena para personas con algún padecimiento, sino que también es benéfica en cuestión preventiva como en reclusorios y en personas con cargas muy fuertes de estrés.
El catedrático impartió la conferencia “Aplicaciones de la musicoterapia en las necesidades educativas especiales”, durante el cuarto simposio Experiencias y tendencias sobre inclusión en la UANL.