Es interesante notar que la proporción de personas en México que ya tienen decidido por quien votar previo al arranque de las campañas ha venido disminuyendo a través del tiempo, mientras que las campañas y las nominaciones de los candidatos(as) han cobrado un mayor peso para el elector a la hora de decidir su voto.
Así por ejemplo, quienes dijeron que siempre votan por el mismo partido en el 2003 -independientemente de los candidatos y de las campañas- representaban el 47 por ciento de los votantes. En la pasada elección presidencial, este dato se ubicó en 37 por ciento. Un cambio de 10 puntos porcentuales en 9 años. Aunque en realidad, el cambio en el patrón de comportamiento en el elector mexicano es más reciente de lo que se podría creer, pues las encuestas de salida de Parametría lo empezaron a registrar en la elección de diputados federales del 2009.
El porcentaje de personas que deciden su voto considerando la nominación de los candidatos registró un incremento en esta elección presidencial y alcanzó el 23 por ciento. El punto más alto de las últimas cuatros elecciones federales.
Lo mismo sucedió con aquellos votantes que toman su decisión basados en lo que ven y escuchan en las campañas, ya que la proporción de individuos que decidieron su voto durante la campaña pasó de 19 por ciento en 2003 a 29 por ciento en 2012.
En el caso de los electores que deciden su voto en el último momento, la serie de Parametría muestra que en las elecciones intermedias crece el número de personas que toman la decisión justo el día de la elección y disminuye cuando se trata de elecciones presidenciales. El pasado 1° de julio este dato se ubicó en 9 por ciento.
Analizando esta misma información para la última elección presidencial, pero considerando el voto por cada uno de los partidos, los datos de la encuesta a salida de Parametría muestran de los electores que dijeron haber votado por Josefina Vázquez Mota, el 38 por ciento señaló que siempre vota por el PAN, quienes se convencieron durante la campaña representaron el 28 por ciento del voto panista, mientras que la candidata atrajo un 24 por ciento de electores.
En el caso de Peña Nieto existe mayor número de votantes basados en simpatía o identificación partidista, el 44 por ciento de los que votaron por el PRI en esta elección siempre votan por el mismo partido, esto indica que el Revolucionario Institucional sigue siendo un instituto donde la estructura partidista juega un papel importante.
Durante la campaña el 26 por ciento decidió que votaría por Peña Nieto y el candidato atrajo al 21 por ciento de los votantes por ese partido.
Respecto a López Obrador con el PRD, el voto perredista se compuso de la siguiente forma: el 35 por ciento dijo que siempre votaba por ese partido, los convencidos a partir de la campaña fueron el 32 por ciento de los votantes, y los que decidieron votar por Obrador cuando fue elegido como candidato representan el 24 por ciento.
A diferencia de lo que está pasando con los partidos más consolidados, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza ganaron electores durante la campaña, 38 por ciento y 40 por ciento respectivamente.
Comparando las encuestas de salida de 2006 y 2012, se observa que de los tres principales partidos en México, el PRI es el que presenta un mayor descenso en el porcentaje de votantes que emiten su voto basados en la tradición, pues registra 19 por ciento menos electores que siempre votan por ese partido.
Por su parte los partidos pequeños, han ganado votantes que empiezan a elegir estos partidos por costumbre, el caso más relevante es el del Partido Verde quien tuvo un crecimiento de 26 por ciento de las pasadas elecciones a las llevadas a cabo este año, elemento que aporta al análisis de por qué este partido por primera vez gana la gubernatura de Chiapas haciendo una alianza con el PRI, pero siendo el Partido Verde la fuerza más importante.
Estos resultados indican que una sólida estructura de partido es uno de los elementos para ganar una elección, pero no es suficiente, una buena campaña política y la selección de candidatos empiezan a tener más peso en la decisión de los electore
PARAMETRÍA. Encuesta de salida. Representatividad: Nacional. Número de entrevistas: 6,026 encuestas 01 de julio de 2012. Nivel de confianza estadística: 95 por ciento. Margen de error: (+/-) 1.3 por ciento. Unidad de muestreo: Las secciones electorales reportadas por el IFE.
