El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, confesó hoy ser un amante del arte mexicano y latinoamericano, pasión que atribuye a la influencia de su esposa Ana, una experta en la literatura de América Latina.
"Acredito a mi esposa Ana, graduada en literatura latinoamericana, mi apreciación superior a la media del arte mexicano y latinoamericano", afirmó Bernanke al recibir el galardón de Buen Vecino del año de la Cámara de Comercio EU-México.
El titular de la Fed recordó durante el discurso de agradecimiento en una cela de gana en su honor en la capital estadounidense la visita que realizó hace algunos años al Banco de México (central).
"Como economista encontré la visita muy estimulante", afirmó, para confesar, a continuación, que disfrutó del viaje "tanto por las excursiones culturales como por las económicas".
"Recuerdo sobre todo la belleza de los monumentales murales de Diego Rivera en el Palacio Nacional de la Ciudad de México", afirmó el responsable de la política monetaria estadounidense en un acto en el que también fue galardonado el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Bernanke alabó, durante su discurso, la trayectoria profesional de Carstens.
"Me siento especialmente honrado de unirme a Agustín Carstens, el distinguido gobernador del Banco de México, a la hora de recibir el Premio Buen Vecino". "Muchísimas gracias", añadió en español.
Recordó los numerosos encuentros que ha tenido con Carstens a lo largo de los años, y que se remontan a la etapa de éste último en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde ocupó el puesto de subdirector gerente, el "número dos" del organismo.
"Mi apreciación por su sabiduría y perspicacia como economista y responsable de la creación de políticas no ha hecho más que aumentar con cada encuentro", dijo de Carstens.
Se refirió, por lo demás, a los lazos entre los dos países vecinos, que están, dijo, "estrechamente vinculados a través del comercio", lo que explica, apuntó, que el crecimiento de ambas economías esté "fuertemente relacionado".
Alabó, al mismo tiempo, los logros económicos de México durante las dos últimas décadas, entre ellos el control de la inflación rampante que reinaba en el país antes de la década de los 90.
Señaló, para finalizar, que las economías vecinas afrontan desafíos que exigen la cooperación mutua y señaló que ambos países colaboran para impulsar la estabilidad financiera, tanto de forma bilateral como a través de foros internacionales como el G-20, que agrupa a los principales países desarrollados y en desarrollo.