América Latina debe utilizar su fuerza económica para escapar de la crisis

Es probable que este sea el primer año en que la situación en América Latina es analizada en Davos como un ejemplo a seguir y no cómo un cúmulo de problemas por resolver.

La buena salud de la economía de América Latina debe ser utilizada para proteger a la región contra la crisis financiera internacional, que hace tambalear a Europa y que, tarde o temprano afectará al subcontinente, sugirieron hoy ministros y analistas en el Foro Económico Mundial de Davos.

Es probable que este sea el primer año en que la situación en América Latina es analizada en Davos como un ejemplo a seguir y no cómo un cúmulo de problemas por resolver, los que ahora aparecen concentrados en las economías de la Unión Europea, atrapadas en una crisis de deuda soberana.

Políticos, empresarios y académicos se reunieron hoy en la primera sesión del Foro de Davos y que estuvo dedicada a América Latina y en la que, si bien hubo elogios a la estabilidad macroeconómica en la gran mayoría de países de la región, también se advirtió claramente de que aún no se han tendido las bases para un crecimiento sostenible en el futuro.

El ministro de Minas y Energía de Colombia, Mauricio Cárdenas, se refirió al "problema estructural de la baja productividad" en América Latina, cuya solución -opinó- pasa por atender el problema "de la informalidad, que es más alta que en otras partes del mundo".

"Estos no son momentos para la auto complacencia, estamos ante una crisis mayor que sin duda nos tocará, con la diferencia de que ahora tenemos más herramientas de política monetaria y fiscal", agregó el ministro colombiano.

Un gran cambio que Cardenas observó en América Latina tiene que ver con haber pasado "de la obsesión por las exportaciones a preocuparnos más por los mercados nacionales".

"Los mercados internos se han convertido en actores claves", coincidió el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias.

Dijo también que los precios de las materias primas han sido históricamente un "termómetro fundamental del crecimiento" y que esta situación se repite ahora por los altos precios que estos productos tienen en los mercados internacionales.

Pero Iglesias advirtió de que "sería un grave error pensar que este único factor permitirá sostener el crecimiento en el futuro".

El profesor mexicano del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Guillermo Ortiz, consideró que una de las lecciones más importantes aprendidas por los países latinoamericanos se refiere al "reforzamiento de los sistemas financieros nacionales, lo que ahora permite que podamos soportar la crisis europea".

Sobre las inversiones en la extracción de recursos naturales, una cuestión que ha originado protestas y levantamientos populares en la historia reciente de varios países latinoamericanos, Cardenas sostuvo que la "clave del éxito es aprovechar el 'boom' de las materias primas en un contexto de democracia".

Por democracia -agregó- no debe entenderse sólo Estado de derecho, sino "libertad de expresión, de participación política y rendición de cuentas, así como reglas claras para la utilización de los recursos" generados por la extracción.

Defendió que esos ingresos deben dirigirse a "objetivos nacionales" más que a gastos locales.

El ministro colombiano defendió asimismo el modelo económico que integra la participación del Estado en las actividades de las empresas, particularmente de aquellas vinculadas con la explotación de recursos naturales.

"Se trata de una nueva forma de empresariado que es parte del éxito de Colombia en (el ámbito de) la energía", declaró.

Denominado "capitalismo estatal", los participantes de la sesión sobre América Latina tuvieron opiniones divergentes sobre este modelo, que Ortiz señaló que es aplicable en el sector energético mexicano.

El empresario venezolano Lorenzo Mendoza, director ejecutivo de Empresas Polar, alertó sobre los riesgos de la participación del Estado en ese tipo de negocios, los que van -detalló- desde la carencia de mecanismos que garanticen la transparencia de las decisiones hasta la corrupción como tal.

"El capitalismo de Estado puede ser peligroso para democracias estables en América Latina. Los conflictos de interés, en cuestiones de reglas, gestión y regulación, pueden surgir rápidamente", sostuvo.

Por Isabel Saco