La reunión mensual de política monetaria, la primera presidida por Kuroda desde que llegó al cargo y una de las que más expectación han levantado en Japón en los últimos años, concluyó con agresivas medidas que buscan terminar con la deflación y que incluso superó lo que estaba previsto por expertos e inversores.
La Bolsa de Tokio, que arrancó la jornada en terreno negativo, respondió al anuncio del BOJ con una importante remontada y cerró la negociación con una destacada subida del 2,20 por ciento, al tiempo que el yen se depreció con fuerza e impulsó la cotización de los grandes exportadores, pilar básico de la economía nipona.
En este sentido, analistas locales subrayaron la importancia de que Kuroda haya logrado hoy el apoyo unánime de los otros ocho integrantes de la junta de política monetaria de la entidad en prácticamente cada una de las nuevas y ambiciosas disposiciones adoptadas.
Entre éstas destaca la clara apuesta del banco emisor por duplicar la base monetaria en los próximos dos años, a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (entre 502,360 y 586,086 millones de euros)".
De este modo los activos en manos del BOJ pasarían de los 138 billones de yenes (1,12 billones de euros) actuales a unos 200 (1.63 billones de euros) en 2013 y unos 270 (2.2 billones de euros) en 2014.
Para llevar a cabo este planeado incremento de la base monetaria el BOJ duplicará la compra de deuda pública -apostando además por títulos con plazos de vencimiento más largos- y también la de activos financieros menos seguros, como fondos negociables en el mercado o fondos de inversión inmobiliaria.
La decisión de imprimir más dinero para abaratarlo y potenciar la demanda de créditos entre particulares y empresas e inundar con un importante flujo de billetes el mercado financiero es la punta de lanza de la estrategia que el BOJ ha adoptado hoy oficialmente.
El nuevo plan pretende terminar con el ciclo de 15 años de deflación en Japón y lograr, en los próximos dos años, que los precios crezcan a un 2 por ciento internanual para impulsar definitivamente el consumo de bienes duraderos o la inversión y en definitiva, devolver a Japón a la senda del crecimiento económico.
Esta hoja de ruta entronca con el programa de revitalización económica planteado por el primer ministro conservador Shinzo Abe, que ha sido el principal valedor de Kuroda y que ha abogado por llevar a cabo una flexibilización más agresiva para acabar con la deflación desde que llegó al poder en diciembre.
Sin embargo, unos pocos analistas se han mostrado menos entusiasmados con las medidas anunciadas hoy y han alertado de peligros como, por ejemplo, que a consecuencia del nuevo programa del BOJ los costes de endeudamiento de Japón acaben por subir más que los precios de bienes y servicios.
Esto pondría en un serio aprieto a un país con una deuda pública que ya duplica su producto interior bruto (PIB), y que es la mayor del mundo desarrollado.
En este aspecto, Kuroda dijo hoy en rueda de prensa que confía en que el Gobierno sabrá garantizar la confianza de los mercados con respecto a la deuda soberana de la tercera economía del mundo.