Nissan Motor logró reducir sus pérdidas en 2020 pese a la pandemia

Nissan Motor logró reducir sus pérdidas netas en un 33 % hasta los 448,700 millones de yenes (3,387 millones de euros) en el ejercicio fiscal 2020 gracias a su estrategia de reducción de costes y pese al impacto de la pandemia de coronavirus, según anunció hoy.

El fabricante nipón de vehículos, no obstante, calcula que volverá a caer en un déficit neto en el año en curso, lo que supondrá el tercer año consecutivo en rojo y en pleno proceso de reestructuración de la compañía.

En el último ejercicio fiscal nipón, comprendido entre abril de 2020 y el pasado mes de marzo, las pérdidas operativas de la compañía ascendieron a 150,700 millones de yenes (1,137 millones de euros), casi cuatro veces más que un año antes, según los resultados presentados hoy.

Su facturación por ventas cayó un 21.4 % interanual hasta los 7.8 billones de yenes (58,890 millones de euros).

El pasado 2020 "ha sido un año de grandes cambios provocados por la pandemia", dijo el jefe de operaciones de Nissan, Ashwani Gupta, al presentar los resultados en una rueda de prensa telemática.

Además de la caída de la demanda global debido a la crisis sanitaria, la empresa con sede en Yokohama (sur de Tokio) acusó los problemas de suministro de semiconductores y el encarecimiento de las materias primas, dificultades que han castigado a toda la industria del automóvil.

Pese a este contexto, Nissan logró en el cuarto trimestre del año fiscal unos "resultados alentadores" que "posibilitan que Nissan regrese al buen camino", señaló el jefe de operaciones de la empresa.

En ese periodo, la empresa logró incrementar sus ingresos por ventas y recortar "significativamente" sus pérdidas netas y su déficit operativo gracias al buen rendimiento en China y Estados Unidos, dos de sus principales mercados, según destacó Gupta.

El ejecutivo también subrayó "los esfuerzos de reducción de costes y de optimización de operaciones" emprendidos por la empresa, que incluyen "el cierre de dos plantas" y el traslado de la producción de las mismas.

Nissan confirmó el año pasado el cierre de su planta en Barcelona (España), previsto para el próximo diciembre, así como el de otra de sus instalaciones de producción en Indonesia.

Estas medidas de "racionalización", como los definió Gupta, contribuirán a un rebaja de 350,000 millones de yenes (2,648 millones de euros) en los costes fijos de la empresa.

El cierre de la planta de Barcelona conllevará además la destrucción de 1,600 empleos de forma directa, ademas de otros 25.000 indirectos que se estima que dependen de las instalaciones de la firma japonesa.

El director ejecutivo de la empresa, Makoto Uchida, destacó por su parte que Nissan "ha reducido sus pérdidas por encima de lo previsto gracias a su acelerada transformación".

Los pilares de su plan para volver a la rentabilidad son "avanzar en la tecnología y reducir los costes al mismo tiempo", y con la vista puesta en el objetivo de lograr una cadena de producción y ciclo de vida de sus productos con "cero emisiones" para 2050.

Para el ejercicio en curso, Nissan prevé volver a incurrir en pérdidas netas por tercer año consecutivo, aunque estas se reducirían hasta los 60,000 millones de yenes (453 millones de euros) debido a un incremento en sus ventas del 8.6 %, según sus estimaciones.

Nissan emprendió un amplio proceso de reestructuración el año pasado, bajo la nueva dirección que tomó el mando de la empresa tras la salida de su expresidente Carlos Ghosn a finales de 2018 a raíz de supuestas irregularidades fiscales de las que le acusa la justicia nipona. )