"Ese escenario no integra las medidas previstas en el programa de estabilidad presentado con el ministro de Presupuesto, Bernard Cazeneuve, que se votarán en los presupuestos para 2014", indicó en un comunicado el titular de Economía, Pierre Moscovici.
La CE informó hoy de que Francia estará en recesión durante 2013 con un descenso de su producto interior bruto (PIB) del 0.1 por ciento, y avanzó que habrá de esperar a 2014 para crecer el 1.1 por ciento.
En cuanto al déficit público, el Ejecutivo comunitario previó que se sitúe en el 3.9 por ciento del PIB para el actual ejercicio, "claramente por encima de lo que marca el programa de estabilidad", y que alcance el 4.2 por ciento en 2014.
"Las diferencias entre las previsiones de la Comisión y las descritas en el programa no son significativas, teniendo en cuenta las incertidumbres que las rodean", añadió Moscovici, recalcando que ningún país de la zona euro se ha librado de la crisis.
El ministro consideró que la CE ha reconocido "la amplitud del esfuerzo de ajuste hecho por Francia para el periodo 2010-2013", que ha destacado la importancia de las reformas estructurales emprendidas, y que no ha recomendado adoptar otras suplementarias.
El vicepresidente de la CE y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, sí destacó hoy, en cambio, la necesidad de que París "implemente" nuevas medidas para reducir el déficit, y de que especifique cuanto antes sus objetivos en política fiscal.
"El gobierno mantiene el rumbo de la seriedad presupuestaria y de las reformas, y confirma su objetivo de mejora de sus cuentas públicas", resumió Moscovici en su comunicado, haciendo hincapié en que los esfuerzos de cara a la reducción de los déficit no deben penalizar el crecimiento.
Para el titular galo, "las previsiones de la Comisión muestran la importancia de una estrategia y de medidas a favor del crecimiento en Europa, tal y como lo reclama Francia desde hace un año".
Eso requiere, a su juicio, una mejor coordinación de las políticas económicas en la zona euro, que tengan en cuenta las diferencias entre cada país y sus márgenes de maniobra, "y el mantenimiento de una agenda de reformas para restaurar una capacidad de crecimiento y de creación de empleo".