La exposición es un relato que reconstruye la relación entre México y Montreal y su espacio dentro de un regionalismo más grande que es Norteamérica, a partir de la experiencia artística de los autores, quienes vinieron a estudiar a Montreal pero guardando su apego a sus raíces mexicanas.
La muestra, que se inaugura este 13 de febrero y estará abierta al público hasta el 3 de marzo, presenta la fusión cultural y artística de las realidades de Montreal y México, y tiene su antecedente en dos proyectos previos: México en Norteamérica I y II.
La propuesta artística “rompe con estereotipos, cuestiona ideas preconcebidas sobre la cultura y el arte de México y Canadá”, indicó el consulado de México en Montreal, que presenta esta exhibición.
“Con ironía, humor y juego, expresa la mexicanidad reencontrada en el choque de culturas, un enfrentamiento formado de diferencias y similitudes dentro del espectro más amplio que forma la cultura norteamericana”, agregó.
La curadora de esta nueva exposición es Marcela Bórquez, quien afirmó que “México es Norteamérica y Canadá es Norteamérica”, pero aclara que “Northamerica” no se concreta sin la presencia de uno de estos dos elementos.
México realiza una aportación a través de su cultura, colores, informalidad, espontaneidad, mientras que Canadá lo hace con su técnica, materiales, “know how” (saber cómo).
Los artistas que crearon la exposición son el fruto de un encuentro cada vez más común a uno y otro extremo de la región para dar lugar a un “arte norteamericano que involucra elementos de mexicanidad, con técnicas y materiales canadienses”, resume la curadora.
Esta muestra refleja también la colaboración entre México y Quebec en proyectos conjuntos que promueven programas de cooperación artística, intercambios y estadías que fomentan el encuentro entre dos pueblos y culturas “afines”, destacó la representación diplomática mexicana en la provincia francófona de Canadá.
Las culturas de Montreal y México son “distintas y distantes”, pero pertenecen a una cultura popular regional más amplia que se inscribe en cada una de las obras expuestas.
Para el Instituto Cultural de México esta exposición se da en un momento histórico donde cabe la reflexión sobre los “vasos comunicantes regionales”, a la vez que da testimonio de la destacada presencia de la comunidad artística mexicana que radica en Montreal.
