"La lección que todos tenemos que extraer es que deberíamos haber reaccionado mucho antes", dijo la mandataria alemana durante el encuentro anual de la OMS en Ginebra.
A la cita en la ciudad Suiza acudieron científicos y políticos de más de 190 países, que intentarán extraer lecciones de la reciente crisis del ébola y abordarán otros temas como la lucha contra las enfermedades tropicales y la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos.
Merkel, que interviene como presidenta de turno del G7, advirtió que la OMS necesita una mejor estructura de mando e instó a la organización a una mayor cooperación con otras agencias de la ONU y otros organismos de ayuda.
La canciller destacó los recientes éxitos en la lucha contra el virus del ébola en África Occidental, entre ellos el cese de infecciones en Liberia.
"Pero la lucha sólo se habrá ganado cuando estemos equipados para (afrontar) la siguiente crisis, cuando hayamos aprendido las lecciones de esta crisis", advirtió. "Así que necesitamos un plan de contingencia global".
Los miembros de la OMS y los expertos internacionales reconocieron que el organismo respondió demasiado tarde a la crisis del ébola debido a su falta de capacidad de respuesta, de financiación y de las estructuras necesarias para abordar una epidemia de esas dimensiones.
Por eso los delegados que asisten a la conferencia esperan que la directora general de la OMS, Margaret Chan, explique cómo piensa aumentar las capacidades de respuesta de emergencia del organismo.
La OMS redujo notablemente su personal debido a la crisis financiera y ahora quiere que los países miembros aumenten su presupuesto, especialmente para operaciones de emergencia.
También se espera que Chan proponga la creación de un fondo de emergencia para futuras pandemias, así como una Fuerza de Trabajo Globar de Emergencias Sanitarias, compuesta por profesionales de la OMS y otras organizaciones que puedan ser desplegados con rapidez.
Según Merkel, la responsabilidad para evitar futuras crisis no reside sólo en la OMS, pues también los países deben mejorar sus sistemas sanitarios.
Cerca de 28,800 personas se infectaron de ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona desde que a finales de 2013 se inició la epidemia, que dejó unos 11,100 muertos. (DPA)