Israel utilizará más fuerza agresiva en el futuro para evitar que buques rompan el bloqueo marítimo sobre la Franja de Gaza, advirtió un comandante de la Marina israelí en declaraciones al diario Jerusalem Post.
La emisora del Ejército israelí informó a su vez que el buque irlandés Rachel Corrie, que zarpó el 26 de mayo de Irlanda con 11 activistas, podría alcanzar aguas de Gaza mañana miércoles.
Un teniente de la Marina aseguró en una entrevista concedida este martes a esa emisora que sería sencilla la toma del Rachel Corrie, el cual debía haber encabezado la misión humanitaria de la Flotilla de la Libertad, pero por problemas técnicos se vio retrasado 48 horas.
El barco, que lleva el nombre de una joven activista estadunidense muerta hace siete años en Gaza al ser aplastada por una excavadora militar israelí, transporta alimentos, papel, medicamentos y otros productos de primera necesidad.
Los pasajeros del buque irlandés, entre ellos la Premio Nobel de la Paz Mairead Corrigan-Maguire, están decididos a llegar a la Franja de Gaza pese al ataque contra los buques que integraban la Flotilla de la Libertad, que transportaban unos 750 activistas y 10 mil toneladas de ayuda.
Tras el ataque, que también dejó 46 heridos, 50 pasajeros de los barcos se han identificado y ya se encuentran en el aeropuerto de Tel Aviv a la espera de un vuelo para ser deportados a sus países, pero 629 que se niegan a identificarse se encuentran detenidos.
Durante el asalto al convoy humanitario, el Ejército israelí confiscó las grabaciones de video, cámaras de fotos y los teléfonos de los activistas que viajaban en la flotilla internacional.
El ataque israelí contra la flotilla humanitaria fue condenado por la comunidad internacional, incluso esta madrugada el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas demandó “una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente” sobre el asalto.
Tras 12 horas de intensas deliberaciones, el Consejo de Seguridad también pidió la inmediata liberación de los barcos, actualmente en poder israelí, así como de los civiles que viajaban en ellos.
Inmediatamente, Israel calificó de “hipócrita” la condena del Consejo de Seguridad de la ONU que, dijo, es precipitada porque ni siquiera se ha dado un tiempo de reflexión para considerar todos los hechos, según Yigal Palmor, vocero de la cancillería israelí.
“Esta condena constituye una gesticulación automática basada únicamente en determinadas imágenes televisivas y no en un conocimiento de los hechos, además de una dosis impresionante de hipocresía”, agregó Palmor.