Con los Acuerdos de Abraham, hace tres años, Israel normalizó relaciones con varios de sus vecinos árabes: primero Emiratos Árabes y Baréin, luego Marruecos. Ahora, el Estado judío corteja a Arabia Saudí, el diamante de la corona que podría costarle concesiones para los palestinos e incluso poner en jaque a su gobierno.
A tres años de los Acuerdos de Abraham, Israel ansía formalizar lazos con Arabia Saudí
